Si bien agile aporta beneficios a las empresas como la consecución de mejores productos, un aumento de la productividad o una disminución de las pérdidas, tal y como apuntaba Emilio Tovar, CIO del Grupo Telepizza, en la segunda edición del evento Sourcing Day, organizado por la consultora de estrategia tecnológica y gestión del cambio Quint Wellington Redwood, durante el encuentro quedaron reflejados algunos retos a los que las compañías tienen que enfrentarse.
Uno de ellos viene de la mano de los contratos agile. Según Juan Manuel González, director de estrategia, gobierno y sourcing de Quint Wellington Redwood, para que la agilidad funcione se necesita que la contratación entre cliente y proveedor también sea ágil. En su opinión, cambiaría el modelo más usado en este momento: el time and material, ya que considera que no es el más recomendado porque el cliente asume todo el riesgo del proyecto. Por ello propone conseguir un entorno real de colaboración, con el riesgo compartido, a través de nuevos esquemas de contratación, métricas y modelos de precio.
La gestión de los equipos es otro de los elementos fundamentales. Teniendo en cuenta que la principal preocupación es la productividad, Emilio Tovar; CIO del Grupo Telepizza, apuntaba a la necesidad de confiar y crear un ecosistema en el que el equipo funcione. Según Llorenç Vives, head of global operations de Meliá Hotels International, la cultura de confianza en los equipos multiproveedor se da aportando objetivos comunes, con sesiones de feedback, por poner algunos ejemplos.
Responsabilidad en los equipos
¿Cómo establecer y gestionar las responsabilidades de los equipos en estos entornos? Contando con terceros que ofrezcan diferentes servicios, aconsejaba Fernando Lucero, CIO de Iberdrola, ya que en su opinión el mercado de los proveedores no es lo suficientemente maduro y no está preparado para asumir soluciones end to end en el terreno de la agilidad. Y aquí es donde habría que establecer las responsabilidades que tiene cada uno.
Por otro lado, para las grandes compañías la asignatura pendiente en los proyectos de agilidad sigue siendo la medición de resultados. Esther Sánchez Patús, directora IT de AXA, confirmaba que para evaluar el rendimiento de los equipos ágiles toman como KPIs los objetivos de negocio, ya que no existen indicadores propios de los equipos Scrum, algo a lo que Fernando Lucero añadía que falta un referente en el mercado que permita medir los KPIs y el rendimiento.
Departamento de compras
Otro de los puntos a mejorar es conseguir que el departamento de compras también sea ágil, con el fin de que no ralentice todo el proceso. En este sentido, Juan Manuel González destacaba cómo aplicando los principios Lean, la productividad se triplica, reduciéndose los tiempos en torno al 30 %, o más. Un ejemplo práctico en torno a esto vino de la mano del Banco Santander, entidad en la que trabajan coordinadamente con el área de compras, definiendo objetivos, funciones y roles. Y es que, tal y como recordó Joaquín Reyes, CIO de CEPSA, “el área de compras se enfrenta a un cambio de paradigma. Debe innovar y buscar nuevos modelos de contratación con proveedores para adaptarse a la era Agile”.
Agile sí pero no para todo
Y, aunque esta metodología aporta muchos beneficios, Lucero no es partidario de aplicarlo a todos los proyectos, solo para aquellos negocios relacionados con el cliente, velocidad o time to market.
Todo ello sin olvidar otra de las grandes necesidades: el cambio cultural que tiene que acompañar a la agilidad, recordaba Esther Sánchez, ya que, en su opinión, no se podrán superar las barreras internas.