Nada, ni nadie, puede con ella. En plena época de tiranía de la nube y de los imprescindibles procesos de transformación digital que, sí o sí, tienen que llevar a cabo las empresas, la infraestructura TIC pareció quedar relegada en las inversiones de las compañías. Sin embargo, la innovación ha seguido llegando a la infraestructura TIC. E IBM es un ejemplo de ello. Sin abandonar su senda hacia la nube y los servicios, IBM sigue invirtiendo en aplicar a la infraestructura las últimas tecnologías para que siga manteniendo su importancia y valor en el diseño de los proyectos tecnológicos.
Su línea Systems, que alberga su potente gama de supercomputación o sus incombustibles Power, recibe buenas dosis de inteligencia artificial. Similar ración de innovación exhiben sus gamas de almacenamiento, con opciones potentes en las gamas de tecnología Flash o en las líneas de almacenamiento definido por software.