El centro de excelencia global de BSI para la Ciberseguridad y la Resiliencia de la Información pronosticó, a principios de año, que en el mundo de la ciberseguridad, en 2020, predominarían los ataques a la autenticación de múltiples factores, (MFA), ante el aumento de la aceptación de este método de autenticación. También advirtió que se intensificarían los ataques a la protección continua de la privacidad; al tiempo que tomarían mayor fuerza técnicas avanzadas de hackeo y la seguridad en la nube zero trust networks, ya que los servicios en la nube se han convertido en un objetivo clave para los ciberdelincuentes.
La gestión de los riesgos de los proveedores era otro de los factores sobre los que alertaban ya que, aunque la misma se ha visto reforzada por las nuevas directivas y reglamentos, los riesgos relacionados con estas seguirían ampliándose.
Lo que nadie imaginaba a principios de año era que la covid-19 irrumpiría de tal manera que daría un giro radical a nuestra manera de vivir y de trabajar. Un río revuelto en el que las ganancias han ido para los nuevos pescadores: los hackers, que han tirado de imaginación, poniendo en práctica nuevas amenazas y perfeccionando las antiguas.
Las empresas, reticentes al teletrabajo durante muchos años, han tenido que implantar esta modalidad en tan solo unos días, ante el peligro de supervivencia económica de sus compañías, siendo muchos los puntos débiles que han mostrado en materia de ciberseguridad.
Las organizaciones necesitan reforzar su seguridad en un momento en el que el teletrabajo ha llegado para quedarse. ¿Cómo hacerlo? ¿Con qué herramientas pueden contar? ¿Cuáles son los mayores problemas a los que se enfrentan? En esta guía empresas como Citrix, Check Point, Eset, Kaspersky, Samsung, SonicWall y WatchGuard nos dan todas las claves.