El almacenamiento de objetos se ha convertido en uno de los pilares de la infraestructura en la nube moderna. Su flexibilidad, escalabilidad y bajo coste lo hacen ideal para almacenar datos no estructurados —desde copias de seguridad y archivos multimedia hasta datos de aplicaciones o inteligencia artificial—. Sin embargo, no todos los tipos de almacenamiento de objetos son iguales. Elegir la clase de almacenamiento adecuada puede marcar la diferencia entre un sistema eficiente y uno que resulte costoso o poco adaptado a tus necesidades.
Te ayudamos a tomar esa decisión de forma informada utilizando como referencia las clases de Object Storage de OVHcloud, una de las soluciones más completas y accesibles del mercado.
¿Qué es el almacenamiento de objetos y por qué es diferente?
Antes de entrar en las clases, conviene entender la esencia del almacenamiento de objetos. A diferencia del almacenamiento en bloques o de archivos, aquí los datos se guardan como objetos independientes con metadatos y un identificador único.
Esto permite una escalabilidad prácticamente ilimitada y un acceso directo mediante API, sin depender de una estructura jerárquica de carpetas. Por eso es el formato preferido para almacenar grandes volúmenes de datos no estructurados (fotos, vídeos, copias de seguridad, logs, datasets de IA, etc.).
Además, las soluciones modernas ofrecen compatibilidad con la API S3, lo que facilita la integración con un ecosistema enorme de herramientas y servicios en la nube.
Las clases de almacenamiento en OVHcloud Object Storage
OVHcloud ofrece distintas clases de almacenamiento según el nivel de redundancia, disponibilidad y localización que necesite cada proyecto. Elegir bien la clase implica equilibrar coste, rendimiento y resiliencia.
Multi-Zone
Esta es la opción más completa y robusta. Los datos se replican automáticamente en tres zonas de disponibilidad diferentes, lo que garantiza una alta durabilidad y disponibilidad, incluso ante fallos en una de las zonas. Es la clase ideal para aplicaciones críticas que requieren acceso continuo y resiliencia ante desastres, como plataformas de streaming, SaaS globales o entornos de producción con usuarios simultáneos.
Ventajas:
- Alta disponibilidad (99,99 %) y durabilidad de los datos.
- Replicación automática sin intervención manual.
- Ideal para cargas de trabajo activas y datos de acceso frecuente.
Inconvenientes:
- Coste algo superior frente a otras clases.
- Mayor latencia si se usan datos desde una única región.
One-Zone
En este caso, los datos se almacenan en una única zona de disponibilidad, lo que reduce los costes manteniendo un buen rendimiento. Esta clase es perfecta para copias de seguridad, archivos temporales, datos secundarios o proyectos de menor criticidad donde no se requiere replicación geográfica.
Ventajas:
- Coste reducido.
- Mismo rendimiento en lectura/escritura.
- Buena opción para backups y archivado.
Inconvenientes:
- Menor tolerancia a fallos: si la zona se ve afectada, los datos podrían no estar disponibles temporalmente.
- No se recomienda para aplicaciones críticas o entornos de producción activos.
Local Zone (para necesidades específicas)
OVHcloud también ofrece almacenamiento en zonas locales, pensado para usuarios o empresas que requieren baja latencia y cumplimiento normativo regional. Por ejemplo, compañías europeas que necesitan que sus datos permanezcan dentro de un país concreto por motivos de soberanía o protección legal (GDPR). Es una opción equilibrada cuando la prioridad es la proximidad más que la replicación.
Criterios para elegir la clase adecuada
Seleccionar la clase correcta depende de varios factores. A continuación, te propongo un enfoque paso a paso para evaluar cuál encaja mejor con tu caso.
1. Analiza la criticidad de tus datos
- ¿Se trata de información de producción o de respaldo?
- ¿Qué impacto tendría una pérdida temporal o total de esos datos?
Si necesitas disponibilidad casi continua, Multi-Zone es la opción más segura. Para respaldos o datos archivados, One-Zone suele ser suficiente.
2. Evalúa el patrón de acceso
- ¿Los datos se consultan con frecuencia o solo ocasionalmente?
El acceso frecuente justifica una clase más robusta y replicada. En cambio, si se trata de logs antiguos o archivos de respaldo, puedes ahorrar costes eligiendo una clase de menor redundancia.
3. Considera la latencia y la ubicación
- ¿Tienes requisitos de soberanía de datos?
- ¿Necesitas baja latencia para usuarios locales?
Las Local Zones ofrecen una excelente opción cuando la proximidad geográfica y el cumplimiento normativo son críticos.
4. Define tu prespuesto
El coste es un factor clave. Aunque las diferencias pueden parecer pequeñas a corto plazo, a gran escala son significativas. One-Zone puede suponer ahorros importantes si se gestiona adecuadamente, mientras que Multi-Zone es la inversión adecuada para entornos críticos que no pueden permitirse interrupciones.
La elección de la clase de almacenamiento en la nube no debería basarse solo en el precio, sino en una comprensión clara de las necesidades de tu proyecto. La herramienta facilita esta tarea al ofrecer distintas opciones de Object Storage —Multi-Zone, One-Zone y Local Zone— que cubren desde entornos críticos hasta archivado económico.
La clave está en encontrar el equilibrio entre rendimiento, disponibilidad y coste, ajustando tu infraestructura al valor real que tus datos aportan a tu negocio. Con una estrategia bien definida, podrás aprovechar todo el potencial del almacenamiento de objetos, garantizando que tus datos estén siempre disponibles, seguros y optimizados para el futuro digital.











