El mundo tecnológico avanza tan rápidamente que la más rabiosa innovación se queda obsoleta en poco tiempo. La tecnología forma una parte esencial de nuestras vidas y la necesitamos en nuestro día a día. Según la compañía especializada en servicios de postventa tecnológica ANOVO, cinco van a ser las tecnologías que cogerán fuerza el año que viene.
La realidad virtual es una de ellas. Según Statista la realidad virtual ha alcanzado los 1,07 millones de usuarios en 2022, cifra que aumentará hasta los 1,4 millones en 2023. En la misma se perfeccionarán los conductores gráficos y los instrumentos dirigidos a ella. Aumentará la potencia de los aparatos electrónicos relacionados con este sector y se instaurará más allá del mundo de los videojuegos, con la enseñanza como uno de los sectores clave, ayudando a los alumnos a ver con sus propios ojos otros lugares o momentos históricos del pasado.
No podía faltar una inteligencia artificial que cada vez será más implementada en los espacios de trabajo de las organizaciones, automatizando el procesamiento de datos para llevar a cabo acciones repetitivas sin ningún error.
El Blockchain seguirá estando presente hasta tal punto que IDC prevé que siga creciendo (actualmente se ha implementado en el 11 % de las empresas españolas) llegando a los 4.000 millones de euros en 2024.
Todo ello junto a Wifi 7. Intel señala que la conectividad aumentará de velocidad y que los archivos se podrán compartir en segundos, en vez de minutos. También tendrá una fiabilidad sólida que mantendrá la conexión Wifi constante y la interacción en el mundo virtual será similar a la conexión con cable. Además, ofrecerá mayor privacidad y seguridad para todos los usuarios.
A todo ello hay que añadir un elemento fundamental, el de la seguridad ya que la protección del usuario en el mundo virtual es esencial. Por este motivo, en lugar de tener diversas contraseñas o la misma para todos los canales, se implantarán con más fuerza las contraseñas biométricas, definidas como procedimientos identificativos de alguna parte física del ser humano para desbloquear una plataforma, es decir, mediante la cara o la huella dactilar se permite el acceso. Duo analiza que la biometría ha aumentado un 200 % desde el 2019 al 2021, un dato que seguirá aumentando en 2023.