En su última reunión, el Consejo Europeo ha destacado la importancia de la tecnología para construir una Europa más competitiva y resiliente frente a los desafíos globales. En este sentido, ha subrayado la necesidad de fortalecer la innovación industrial, enfocándose especialmente en el desarrollo y la adopción de tecnologías clave, como la inteligencia artificial, la computación cuántica, los semiconductores y las redes 5G/6G. El objetivo es consolidar a la Unión Europea como un líder tecnológico a nivel mundial.
Estas tecnologías, consideradas fundamentales tanto para la competitividad como para la transición verde, son vistas como pilares esenciales para asegurar el futuro de Europa, especialmente en sectores industriales clave como la automoción, el transporte marítimo, la aviación y las industrias intensivas en energía. “La innovación tecnológica es crucial para garantizar la sostenibilidad, la seguridad económica y la autonomía estratégica de la UE”, han afirmado los líderes europeos en su comunicado.
El Consejo también ha subrayado la importancia de adoptar un enfoque de “neutralidad tecnológica”, lo que significa que la UE busca promover soluciones tecnológicas sin priorizar una en particular. Esto favorece la innovación y la competencia, evitando restricciones innecesarias. En este marco, se ha instado a acelerar la descarbonización industrial y la renovación de infraestructuras, todo alineado con los objetivos climáticos de la Unión.
El desarrollo de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial y la computación cuántica, se considera esencial para mejorar no solo la competitividad de Europa, sino también su capacidad para afrontar los retos globales. Las redes 5G/6G, por ejemplo, son claves para la digitalización de sectores críticos y la mejora de la conectividad europea, lo que facilitaría una mayor integración del mercado único digital y crearía nuevas oportunidades económicas.
Para impulsar este progreso, el Consejo Europeo ha instado a la Comisión Europea a presentar propuestas que permitan a Europa seguir liderando en la investigación y el desarrollo de estas tecnologías disruptivas. Además, se hizo hincapié en la importancia de garantizar que las industrias tradicionales en transición también se beneficien de las innovaciones tecnológicas, con especial atención a la industria automotriz, el transporte y la energía.
En un contexto de creciente competencia internacional, la UE reconoce que la colaboración entre sus Estados miembros y la industria privada será clave para avanzar en estas áreas tecnológicas. También se destacó la necesidad de una mayor inversión en infraestructuras digitales y en la formación de una fuerza laboral altamente cualificada para enfrentar los desafíos de la digitalización.
Con estas acciones, Europa espera no solo fortalecer su competitividad a nivel global, sino también asegurar su autonomía estratégica en un mundo cada vez más interconectado y dependiente de tecnologías avanzadas.