El último informe de McKinsey & Company, The State of AI: Global Survey 2025, revela que la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta casi universal entre las organizaciones, aunque su adopción a escala corporativa sigue siendo limitada. Según el estudio, el 88 % de las empresas ya utiliza IA de forma regular, frente al 78 % del año anterior, pero solo un tercio ha logrado escalar sus proyectos más allá de la fase piloto, con las compañías grandes avanzando más rápido que las pequeñas.
El informe destaca además el auge de los agentes de IA, sistemas autónomos capaces de ejecutar tareas complejas de manera independiente. El 62 % de las empresas experimenta con estos agentes y un 23 % ya los ha escalado en alguna función, principalmente en TI y gestión del conocimiento. Los sectores de tecnología, telecomunicaciones y salud son los más avanzados en su implementación, aunque en la mayoría de las empresas las tasas de adopción no superan el 10 %.
En cuanto al impacto empresarial, la IA está generando beneficios claros en reducción de costes, generación de nuevos ingresos e impulso a la innovación, pero solo el 39 % de las empresas percibe un efecto tangible en el EBIT a escala corporativa, y cuando ocurre, representa generalmente menos del 5 %. Esto refleja que la adopción aún está lejos de transformar completamente los resultados financieros de la mayoría de las organizaciones.
McKinsey identifica a un pequeño grupo de “altos rendimientos en IA”, que representan el 6 % de la muestra, como los más exitosos en extraer valor de esta tecnología. Estas empresas establecen objetivos ambiciosos, rediseñan procesos, involucran activamente a la alta dirección en la gobernanza de la IA, asignan más del 20 % del presupuesto digital a su desarrollo y logran escalar sus proyectos de manera consistente, alcanzando un impacto significativo en todas sus operaciones.
El estudio también analiza el efecto de la IA en el empleo. A 12 meses, el 32 % de las empresas espera reducir plantilla, el 43 % no prevé cambios y solo el 13 % anticipa aumentos. Los grandes grupos son los que más ajustes prevén, mientras que, en las medianas empresas, la reducción de personal por función ha pasado del 17 % en el último año al 30 % previsto para el próximo.
Por último, los riesgos asociados a la IA cobran protagonismo. Las compañías ya gestionan una media de cuatro tipos de riesgos, frente a dos en 2022, y el 51 % ha sufrido consecuencias negativas de su uso. Los problemas más comunes incluyen inexactitudes, mientras que la explicabilidad sigue siendo la dimensión menos abordada. McKinsey concluye que, aunque la adopción de la IA es amplia, las organizaciones que obtienen mayor valor son aquellas que la utilizan como motor de transformación, rediseñan su negocio y cuentan con liderazgo y gobernanza sólida.











