Microsoft acaba de anunciar su intención de desvincular Teams, su plataforma de comunicación, de las suites Office 365 y Microsoft 365, en un intento de resolver las preocupaciones planteadas por la Comisión Europea y evitar una posible sanción antimonopolio.
La propia Comisión Europea ha confirmado, en un comunicado, que Microsoft ha presentado formalmente una serie de medidas tras varios meses de conversaciones, con el objetivo de responder a las inquietudes sobre la integración de Teams con herramientas de productividad ampliamente utilizadas como Word y Outlook.
Entre las medidas propuestas, la multinacional estadounidense se compromete a ofrecer versiones de Office 365 y Microsoft 365 sin Teams a un precio reducido, permitiendo además que los clientes puedan cambiar a estas versiones sin la aplicación de mensajería incluso dentro de contratos ya vigentes.
Otro compromiso consiste en facilitar una mayor interoperabilidad entre Teams y aplicaciones rivales, lo que permitiría una integración más fluida entre productos de diferentes proveedores. Microsoft también permitirá que los usuarios puedan trasladar sus datos desde Teams a soluciones competidoras.
“La propuesta anunciada por Microsoft es el resultado de un diálogo constructivo y de buena fe con la Comisión Europea, que ha tenido lugar durante varios meses”. Así lo asegura Nanna-Louise Linde, vicepresidenta de asuntos gubernamentales europeos de Microsoft en un comunicado en el que además explica que las medidas tomadas por Microsoft responden “de manera clara y completa” a las preocupaciones planteadas por sus competidores. “Creemos que estas acciones ofrecen más opciones a los clientes europeos, ayudando a crear un entorno competitivo saludable”, continua Linde, quien también subraya el compromiso de Microsoft para facilitar una mayor elección a sus usuarios.
Linde, además, añade que, a lo largo de la última década, Microsoft ha integrado capacidades de comunicación y colaboración en sus suites de negocio, como Teams, para satisfacer las expectativas de los clientes empresariales tanto en Europa como en todo el mundo. Sin embargo, la firma reconoce que es fundamental mantener un mercado competitivo y que las medidas adoptadas son un paso constructivo hacia el cumplimiento de las expectativas de la Comisión Europea. “Aunque no resolverá todas las preocupaciones de la Comisión o de nuestros competidores, creemos que estas acciones conducirán a cambios inmediatos y significativos en el mercado”.
La Comisión inició su escrutinio tras una denuncia presentada en 2020 por la plataforma Slack, que acusaba a Microsoft de abuso de posición dominante. Slack fue adquirida un año después por Salesforce por 27.700 millones de dólares.
Aunque Microsoft ya había empezado a comercializar Office sin Teams en 2023, esta nueva propuesta supone un paso más amplio y global para resolver el conflicto y evitar una posible multa millonaria por prácticas anticompetitivas en la Unión Europea.