A estas alturas todos sabemos que tanto el volumen como la importancia de los datos están creciendo, y que la cantidad de datos que hay que gestionar y proteger es mayor que nunca, lo que conlleva unos costes de gestión y protección cada vez mayores. Además, las empresas no están experimentando un crecimiento homogéneo de los datos y, si echamos la vista atrás, se han producido una serie de cambios en el paradigma de las TI empresariales que han tenido un impacto decisivo en la forma en que las organizaciones recopilan, almacenan y gestionan los datos hoy en día.
Desde los mainframes a las arquitecturas cliente-servidor, pasando por la virtualización, los contenedores en la nube, los microservicios y el SaaS, las organizaciones de todo el mundo operan con patrimonios de datos empresariales en silos que están fragmentados y cuya gestión es ineficiente. Además del crecimiento y la fragmentación, la importancia de los datos para las empresas hoy en día conlleva mayores riesgos cuando los éstos pueden verse potencialmente comprometidos.
Sin embargo, a pesar de que las empresas están en una carrera constante para mantener el ritmo de la innovación, la necesidad de añadir y proteger continuamente nuevas cargas de trabajo no debería ser un reto en sí mismo. De hecho, la protección de datos debería ser un proceso fácil e intuitivo que se alinee con la llegada e implantación de tecnologías nuevas e innovadoras.
Mejorar la eficiencia
Teniendo esto en cuenta, ¿cómo pueden las organizaciones abordar la falta de eficiencia, el mayor riesgo y los costes más elevados asociados a la gestión de datos empresariales?
En la actualidad, aumentar la eficiencia operativa es clave para cualquier organización que intente hacer más con menos y asegurarse de que, al hacerlo, no está introduciendo la carga adicional que conlleva la deuda técnica.
En este escenario, las tecnologías de automatización están teniendo un impacto creciente en la capacidad de los equipos de TI para ofrecer una integración sin fisuras y protección de la carga de trabajo en toda su pila tecnológica. Desde el punto de vista de la respuesta de seguridad y la recuperación, por ejemplo, disponer de una visión completa del parque informático, incluidos los entornos de protección de datos, son requisitos clave, sobre todo porque las copias protegidas de datos sirven ahora como «póliza de seguro» para que las empresas se recuperen, sea cual sea la crisis.
Mitigación de riesgos
Aprovechando su potencial para aumentar la eficiencia, también hay una serie de casos de uso en los que la automatización puede utilizarse para ayudar a mitigar los riesgos. Un ejemplo destacado es la orquestación de la recuperación ante desastres (DRO) y el papel de los informes de cumplimiento automatizados.
Idealmente, DRO hará uso de un libro de ejecución -una guía de procedimiento detallada- diseñado para ejecutar tanto las conmutaciones por error planificadas como las no planificadas, así como las operaciones de conmutación tras la recuperación. La principal ventaja de este enfoque es su potencial para reducir significativamente el riesgo de pérdida de datos y el tiempo de inactividad, al tiempo que mitiga el riesgo de error humano, algo habitual cuando se ejecutan procesos manuales complejos.
En el caso de una conmutación por error planificada, el proceso comienza apagando la máquina virtual (VM) de producción. A continuación, se ejecuta una copia de seguridad incremental de la máquina virtual de producción, seguida de un proceso de replicación para garantizar que la máquina virtual de recuperación ante desastres se sincroniza con la máquina virtual de producción. A continuación, se desactiva cualquier otra replicación y se enciende la máquina virtual de recuperación ante desastres, ejecutando la conmutación por error planificada.
Sin embargo, el proceso difiere ligeramente en el caso de una conmutación por error no planificada. Dada la naturaleza inesperada de este escenario, no hay oportunidad de ejecutar una copia de seguridad incremental o sincronizar los cambios. A pesar de ello, un sistema automatizado eficaz ayuda a mitigar cualquier daño o pérdida potencial y, como resultado, la integración de la automatización con la orquestación de la recuperación ante desastres proporciona un mecanismo sólido para minimizar el riesgo y garantizar la continuidad del negocio, incluso en circunstancias imprevistas.
Reducción de costes
En el clima económico actual, la reducción de costes es una consideración crítica para las organizaciones de todo el mundo, y la automatización tiene un papel importante que desempeñar en la obtención de ahorros significativos y sostenibles.
Por ejemplo, las organizaciones pueden obtener beneficios considerables aprovechando el poder de la inteligencia artificial (AI) y el aprendizaje automático (ML) para ofrecer un uso más eficiente y eficaz de los servicios basados en la nube, como los recursos informáticos.
Del mismo modo, estas tecnologías de automatización también pueden utilizarse para reducir los costes de recuperación ante desastres (DR). Y mediante la integración de soluciones nativas de la nube, los usuarios pueden evitar gastos innecesarios a menudo asociados al desaprovechamiento estático de la nube. Esta integración también garantiza un enfoque más racionalizado y rentable de la gestión de datos.
La llegada de la tecnología en la nube ha introducido sin duda un importante cambio de paradigma en la forma en que las empresas planifican y aplican sus estrategias de transformación digital. Dado el modelo de pago por uso que prevalece en los servicios en la nube, se invierte mucho tiempo y esfuerzo en planificar una utilización óptima de los recursos. Al mismo tiempo, la elasticidad inherente de la nube permite a las empresas escalar sus operaciones de manera eficiente.
Adoptar un enfoque en el que la automatización pueda escalarse en función de las necesidades encaja bien con este cambio. Proporciona la capacidad de añadir nuevas cargas de trabajo y nodos de computación y, a continuación, dimensionarlos adecuadamente en función del crecimiento de la carga de trabajo. Esta alineación representa otra manera en que las empresas pueden garantizar que están obteniendo el máximo valor de su uso de la nube y, por definición, creando una estrategia de gestión de datos más rentable y eficiente.
En última instancia, la creciente complejidad de la gestión de datos empresariales puede mitigarse significativamente mediante la aplicación estratégica de la automatización, que puede actuar como una poderosa vía para mejorar la eficiencia. Desde el fomento de una integración perfecta del ecosistema de TI hasta la protección automatizada de la carga de trabajo, la automatización contribuye significativamente a la reducción de riesgos mediante la orquestación de la recuperación ante desastres (DR), los informes de cumplimiento automatizados y la identificación y corrección automatizadas de datos confidenciales. Las organizaciones que adopten con éxito estas capacidades estarán en una posición ideal para garantizar que ofrecen una estrategia de gestión y protección de datos eficiente y rentable a largo plazo.
José Manuel Antón
Senior sales engineer enterprise accounts de Commvault