La revolución de la inteligencia artificial está abriendo nuevas oportunidades para las empresas españolas, al tiempo que impulsa el progreso de la sociedad en su conjunto. Un claro indicador de este avance es el notable incremento en la demanda de centros de datos en España, que pasará de 1.589 exabytes en 2024 a 3.028 en 2028. Esto representa un aumento del 90 % en apenas cuatro años, según el Estudio de la Demanda e Impacto de los Data Centers elaborado por la Asociación Española de Data Centers (SpainDC) en colaboración con Accenture. Este crecimiento, que equivale a una tasa anual sostenida cercana al 20 %, plantea tanto oportunidades como desafíos estratégicos.
Ante este panorama, resulta fundamental que políticos, inversores y empresas trabajen conjuntamente para corregir el acceso desigual a la infraestructura tecnológica. Actualmente, el mercado de la nube y la IA está dominado por unos pocos actores globales, lo que podría tener consecuencias negativas para la competitividad y la soberanía tecnológica de las empresas nacionales.

El oligopolio de los servicios en la nube, conformado principalmente por las grandes tecnológicas internacionales, plantea obstáculos significativos para la innovación y el desarrollo tecnológico independiente. Esta concentración de poder amenaza los modelos de negocio emergentes y limita el potencial del ecosistema digital español, constituido principalmente por las pymes. De hecho, en España ya se han anunciado grandes proyectos de centros de datos liderados por multinacionales tecnológicas. Microsoft ha comunicado inversiones millonarias para nuevas instalaciones en la Comunidad de Madrid, mientras que Amazon Web Services ampliará su infraestructura en Aragón, consolidando a esta región como un hub de computación clave en el sur de Europa. Si bien estas inversiones generan beneficios como la creación de empleo y la modernización de infraestructuras, también reducen el margen de crecimiento para los proveedores independientes ya que se enfrentan a un mercado desregulado.
Actualmente, muchas empresas que desean mantenerse a la vanguardia del desarrollo tecnológico se ven forzadas a concentrar sus recursos en un único proveedor de servicios en la nube. Aunque estos gigantes ofrecen conveniencia, experiencia y soluciones integradas, también generan una creciente dependencia. La escasez de chips GPU, cruciales para el desarrollo de IA, sumada al control de estos componentes por parte de los principales proveedores, está provocando un aumento acelerado de los precios y limitando la capacidad de innovación. Para contrarrestar esto las empresas pueden ahorrar hasta un 90% de sus gastos en la nube al optar por proveedores independientes como nosotros, en lugar de hiperescaladores.
Este control oligopólico sobre recursos tecnológicos esenciales constituye una barrera crítica para el avance global de la IA. Es urgente que los actores del sector, junto con los gobiernos y los inversores, asuman su responsabilidad y tomen medidas para evitar una crisis de innovación derivada del bloqueo de proveedores.
La Unión Europea y los gobiernos nacionales deben adoptar políticas proactivas que garanticen una distribución más equitativa de las GPU, fomenten la competencia en los servicios de nube e impulsen estándares de interoperabilidad. La promoción de marcos regulatorios que incentiven estándares abiertos permitirá crear un entorno más diverso y competitivo, donde los compradores dispongan de opciones reales y los proveedores compitan en igualdad de condiciones, sin frenar el avance tecnológico.
Apoyar el desarrollo de proveedores de nube más pequeños, colaborar en la implementación de estándares abiertos y promover iniciativas de soberanía digital son pasos clave para construir un ecosistema más equilibrado. Así, no solo se fortalecerá la competitividad del sector tecnológico nacional, sino que se garantizará un futuro sostenible y autónomo para la inteligencia artificial en las empresas españolas.
Kevin Cochrane
Chief Marketing Officer en Vultr