El mercado empresarial ya cuenta con una plataforma de datos de carbono destinada a medir las emisiones de los servicios digitales: Hiili (una spin-off de la Universidad Carlos III de Madrid fundada por profesores con un curriculum científico de primer nivel y veteranos de la industria de los medios y la publicidad). Esta solución, basada en metodología científica, calcula la huella de carbono y el coste económico asociado a los modelos de IA ante su rápida expansión y la gran demanda energética que genera Las TIC ya consumen el 4 % de la energía mundial y, según las últimas estimaciones, podrían alcanzar el 20 % en 2030 por el uso exponencial de la IA.
Para Pedro Travesedo, BD & partnerships director de Hiili “Contar con visibilidad sobre la variedad de modelos y versiones de IA disponibles, junto con información transparente y comparable, permite a las empresas seleccionar y optimizar el modelo más adecuado para cada caso de uso”. Esto, en su opinión, contribuye a mejorar la eficiencia y generar ahorros significativos, acelerando una adopción más inteligente, sostenible y competitiva.
Hiili incorpora GreenBrain AI, un sistema inteligente que identifica el modelo de IA óptimo en función de su rendimiento, coste y sostenibilidad. Su enfoque plug & play permite medir el coste económico, el consumo energético y las emisiones derivadas del uso de IA, creando curvas ajustadas por tamaño de modelo, complejidad del prompt, carga de inferencia y hardware. El resultado, según la compañía, es una IA accesible, medible y optimizada. “No basta con adoptar IA. El verdadero valor está en hacerlo de forma inteligente, eficiente y transparente”, subraya Ángel Cuevas, cofundador y CTO de Hiili.
La empresa también ha logrado un primer hito significativo al aliarse con AdGreen (compañía que apoya a la industria publicitaria global en la medición y reducción del impacto ambiental de la producción) para lanzar la primera herramienta capaz de medir el impacto ambiental de textos, imágenes y vídeos generados con IA en procesos de producción publicitaria. Hasta ahora, la IA se percibía como una alternativa más sostenible frente a los rodajes físicos, pero su huella energética permanecía oculta. La integración con AdGreen permite registrar el uso real de IA, estimar consumos antes de iniciar un proyecto, incorporar las emisiones reales en la huella final de producción y evaluar cuándo la IA sustituye procesos más contaminantes. “La solución en colaboración con Hiili aporta transparencia al impacto de carbono de la IA generativa en los flujos de trabajo publicitarios”, afirma Jo Fenn, global director de AdGreen.
Con estos avances, Hiili no solo inaugura una nueva categoría tecnológica, sino que también redefine el marco con el que las organizaciones abordan la IA. Desde ahora, sostiene la compañía, las preguntas clave dejarán de ser únicamente qué modelo usar, sino “cómo, con qué modelo y con qué impacto”










