Intel se encuentra en un momento crucial de su historia. Tras la renuncia de Pat Gelsinger, la compañía busca un nuevo líder con una visión clara para superar los desafíos actuales y restaurar su posición de liderazgo en la industria de los semiconductores.
El perfil ideal, según palabras de David Zinsner, co-CEO interino de Intel, incluye experiencia en fabricación y desarrollo de productos, áreas fundamentales para abordar el aumento de la competencia y la demanda de tecnologías más avanzadas. Según ha publicado Reuters, la compañía evalúa tanto a candidatos internos como a externos, entre ellos el empresario Lip-Bu Tan. Se espera que el nuevo CEO acelere la transformación de Intel, impulse la innovación y fortalezca la posición de la empresa en el mercado de la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento.
Zinsner también ha confirmado que la estrategia de Intel no va a cambiar y ha refirmado las previsiones de crecimiento para los segmentos de PC y servidores. Esta noticia da cierta tranquilidad a los inversores, que han estado siguiendo de cerca los movimientos de Intel en un mercado cada vez más volátil.
Zinsner, además, ha anunciado que el negocio de fundición de Intel, clave en la reestructuración de Gelsinger, experimentará un aumento en sus márgenes a partir del próximo año. Este crecimiento se atribuye principalmente a la introducción de los procesadores Lunar Lake y a una combinación de reducciones de costos y obleas de mayor rentabilidad.
Naga Chandrasekaran, jefe de fabricación y cadena de suministro de fundición de Intel, también se ha referido al futuro de la firma asegurando que ésta necesita un profundo cambio cultural para competir de manera efectiva en el mercado de la fundición y los semiconductores.
Chandrasekaran, además, ha confirmado que el desarrollo del nodo 18A de Intel avanza según lo planeado y ha logrado varios objetivos clave. A pesar de los desafíos técnicos, la compañía espera entregar muestras de chips fabricados con este nuevo proceso a sus clientes en la primera mitad de 2025 y escalar la producción en su planta de Oregón durante la segunda mitad del año.
La incapacidad de Intel de capitalizar el auge de la inteligencia artificial, un mercado liderado por Nvidia, ha tenido un gran impacto en su valor de mercado, reflejado en la caída del 55 % de sus acciones este año. Esta situación, junto con la salida del Dow Jones y la entrada de Nvidia en su lugar, evidencia el cambio de paradigma que está experimentando la industria de los semiconductores.