Toca enfrentarnos a un nuevo año en el que volveremos a poner todas nuestras expectativas. La esperanza por conseguir la máxima felicidad y las mínimas complicaciones van unidas a un ser humano en el que la resiliencia se ha convertido en su mejor arma para salir adelante.
Toca hacer recuento de lo soñado y lo vivido. Poner en una balanza lo mejor y lo peor, extrayendo lecciones que podremos aplicarnos a nosotros mismos. Y, de cara al futuro inmediato, asumir retos personales y empresariales porque la vida es un constante desafío. Y, como dijo el tenista Roger Crawford: “Ser desafiado es inevitable, ser derrotado es opcional”.
Feliz 2024.