Un banco que pregunta a sus clientes en qué puede mejorar y premia las mejores ideas. Otro banco que integra a sus propios empleados para desarrollar nuevos estándares de servicios. Estos son dos ejemplos que se basan en el modelo de innovación abierta. La clave consiste en incluir y tener en cuenta la experiencia, el conocimiento experto y el potencial de los socios externos. GFT, proveedor de soluciones y servicios de Tecnologías de la Información (TI) para el sector financiero a nivel internacional, ha analizado en un estudio el potencial que tiene la innovación abierta para los bancos.
El estudio de GFT “Open Innovation in the Financial Services Sector – Why and how to take action” muestra cómo los bancos pueden integrar la innovación en su estrategia. El impulso para el cambio que genera la innovación abierta no sólo se produce desde dentro de una organización, desde el propio departamento de desarrollo, sino también desde el exterior. Socios externos, como proveedores o clientes, diseñadores o empresas asociadas, aportan una nueva visión en cuanto a innovación. Además, tienen la ventaja de que se encuentran a menudo más próximos al consumidor final y tienen nuevas ideas sin límites a nuevos impulsos.
Los ejemplos que se presentan en el estudio para llevar a cabo medidas de innovación abierta con éxito muestran que las posibilidades de aplicación de esa metodología son enormes. Éstas abarcan desde el Crowdsourcing, en el que los consumidores están implicados en el desarollo de productos y servicios, hasta el Corporate Venturing, en el que empresas invierten en startups. Las compañías que estén pensando en implementar una metodología de innovación abierta deben tener en cuenta que el método adoptado tiene que estar estrechamente relacionado con la estrategia de negocio. Además, para beneficiarse de la innovación abierta, es esencial que escuchen e integren ideas que vengan de fuera de la organización.