Según un informe de Gartner, un 75 % de las empresas a nivel mundial ha invertido o va a invertir en big data. La penetración del mismo en las compañías españolas es muy alta y los primeros fracasos en sus implantaciones están haciendo madurar muy rápido a los decisores, apostando por una manera de implantar esta tecnología mucho más inteligente y ágil. El mercado se muestra ávido por conocer las últimas tendencias, algunas de las cuales se darán a conocer en la quinta edición de Big Data Spain, convirtiendo a Madrid el 17 y 18 de noviembre, en la capital del big data.
Volverán a hacerlo una vez más, y ya van cinco. Paradigma, empresa organizadora de Big Data Spain, llevará el nombre de España a lo más alto a nivel internacional. La creación del mismo surgió hace cuatro años de la mano de Óscar Méndez, fundador de Paradigma Digital y de Stratio, patrocinador Platinum de Big Data Spain, al darse cuenta de que había una oportunidad de mercado por la que merecía apostar, en un momento en el que el big data apenas se conocía y ni siquiera se llamaba así. Méndez supo combinar la popularización del término y crear un evento de alta calidad.
La base de su éxito
El éxito de su apuesta radica, según Rubén Martínez, su director, en la combinación de ponentes que asisten al evento y de los temas que tratan. Dentro de los primeros, este año contarán con la presencia de destacados miembros de empresas como Google, Teradata, Visa, Spotify… en un acto cada vez más internacional, con speakers en su mayor parte provenientes de EE.UU. y en menor medida europeos. ¿Cómo les seducen? Explicándoles el momento por el que atraviesa el mercado español, el momento en el que está su empresa y sus competidores y el tipo de demandas hay en el mercado. “No son gurús ni conferenciantes”, especifica Martínez, “sino personas de alto perfil en sus compañías. También influye que previamente hayan acudido ponentes de mucha altura, que sea un evento serio y que tenga continuidad en el tiempo”. Y es que a escala mundial, este encuentro cuenta con un gran prestigio, reconoce.
Esto no quiere decir que no haya presencia española entre los asistentes, aunque el número de los mismos sea inferior. Varias son las razones a las que alude Martínez para que esto ocurra: “Los españoles somos buenos técnicos pero no se nos prepara para comunicar. Por otro lado, la sensación natural de que el liderazgo de forma natural recae en EE.UU. Y todo ello sin olvidar la barrera del idioma, porque el 75 % de las charlas son en inglés”.
Pero, además de invitar a personalidades en esta materia, el evento está abierto a otros oradores, con el fin de mostrar a los asistentes los avances más destacados en diferentes sectores y pulsar la opinión del mercado con respecto a la propuesta original. En este sentido, el director de Big Data Spain comenta que cuentan con un proceso público, abierto y gratuito, de entre tres o cuatro meses, denominado “calls for proposal”, en el que otros candidatos, espontáneamente, proponen temas o ponencias. Este año la mayoría de ellas proviene del extranjero, por parte de grandes protagonistas del mundo de los grandes datos. “Están madurando el ecosistema de Apache Spark, algo muy disruptivo con respecto a lo que había antes. La maduración se ve en muchas aplicaciones y nuevas tecnologías, alrededor del streaming, una manera de ingestar y gestionar datos completamente diferente a la tradicional, basada en Hadoop. Streaming y procesamiento en tiempo real están teniendo grandes propuestas”, reconoce.
Algo que también les diferencia respecto a otras convocatorias es que los patrocinadores no pueden dar charlas como en otros eventos. Para ser patrocinador hay que contar con una marca relevante en esta materia.
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Big data analytics, cloud… temas a tratar
Cada año intentan lanzar un mensaje al mercado, a veces con el fin de introducir una tecnología muy disruptiva, en otras ocasiones con un mensaje más de negocio… Este año girará en torno a la capacidad de dar valor en tiempo real y la capacidad de predecir y ahorrar costes y tiempo en otros procesos. “Tenemos un caso muy interesante de logística de Zalando, quien por la volumetría del paquete, estadísticamente puede saber qué peso puede tener el mismo. Con esto han conseguido ahorrar en gran medida en coste. El empresario podrá ver, gracias a ejemplos como este, el valor de la inversión y cómo puede beneficiarse en su proceso de las novedades que hay en el mercado. En definitiva, queremos poner en valor las nuevas capacidades que da el big data marketing”.
Durante el evento también será protagonista el cloud. “Remataremos el mensaje que lanzamos hace dos ediciones de que la nube en realidad es más barata de lo que se le puede asumir y extremadamente ágil. Cloud es una de las razones por las que existe big data o una de las situaciones tecnológicas contemporáneas de big data, que mutuamente se favorecen”, manifiesta.
Un valor añadido
Pero el evento cuenta con otro atractivo. La presencia de inversores en el mismo es cada vez mayor, así como de startups. La parte de networking les permite conocerse y entablar relaciones. De hecho, el director de Big Data Spain reconoce que en alguna ocasión ha nacido alguna empresa de estas relaciones, y participantes que han sido ponentes bajo su empresa, años después han sido protagonistas bajo su propia marca. “Nos gusta ver esto porque también refleja la vitalidad de este ecosistema”, comenta. “Los inversores necesitan apuestas como esta para canalizar sus portfolios de inversión. Big Data Spain se convertirá en una combinación entre inversores, startups y talento. No hacemos nada especial para atraer a unos o a otros, el proceso está siendo bastante orgánico”, declara. “Big Data Spain se convertirá en un punto de encuentro entre ellos”.
De la analítica al machine learning
Con la rapidez a la que evoluciona la tecnología hoy en día, ya no vale con contar con herramientas de big data, ahora se necesita implementar el big data analytics porque el big data ha venido para cubrir el hueco que dejan las herramientas analíticas convencionales, creando nuevas oportunidades. Pero ¿hasta qué punto lo están incorporando las empresas españolas? ¿Cómo ha ido evolucionando el mercado empresarial en este sentido?
“La analítica es la razón original por la que todos acabamos haciendo esto”, responde. “Nos permite tener mucho más control y mucha más calidad e inmediatez de los datos. Está favorecida por la inteligencia artificial y el machine learning para crear la analítica predictiva. Todo esto está reivindicando el perfil de analista. En el mercado empresarial, el departamento de business intelligence era un simple emisor de información muy bien digerida hasta ahora pero trabajaban con herramientas pre-big data y su perfil se veía limitado por ello. Ahora big data es capaz de romper muchas más barreras y aporta mucho más valor. De repente el analista se ha convertido en el presente y el futuro”.
Sin embargo, dentro del big data podemos encontrar diferentes tipos de tecnología en siete categorías y una de ellas son las bibliotecas de machine learning, una de las que más se vienen imponiendo en los últimos tiempos. Martínez reconoce que la misma ha ayudado mucho pero hay más elementos como el desarrollo de cloud computing o grandes retos como las búsquedas en Internet en imágenes, por poner algunos ejemplos. “Todo ello empuja al machine learning, por lo que a esa tecnología se va a poder aunar lo mejor de la capacidad de las máquinas y de los hombres”. Y, aunque el experto lo ve como una evolución muy deseable, no es exactamente lo que se conoce como big data”, apunta. “Está muy anclado en el mismo pero no es exactamente eso”, puntualiza.
La evolución y la obsolescencia
Del big data al smart data, el small data, el Big Data Analytics…¿Hasta dónde vamos a llegar? A una comoditización del big data, apunta. Y, aunque cree que es difícil apostar por un futuro, las últimas ediciones de Big Data Spain indican que va a haber dos procesos: la universalización y la comprensión de la capacidad real del machine learning. “La comoditizión del big data va a acabar permeando a todo el proceso productivo no solo entre los gigantes sino también las pequeñas porque el big data se va a paquetizar”, predice.
¿Cuáles son las tecnologías que se están quedando obsoletas y que una empresa ya no debería implantar? El recurso más escaso es el talento, se queja. “La infraestructura está ahí, las soluciones de software ya están preparadas pero hay pocas personas que saben cómo hacerlo y no tienen un perfil lo suficientemente híbrido para poder explicar el valor de esa situación para la empresa. Esto está limitando la implantación del big data”.
El CIO y los datos
La gran mayoría de los perfiles y de los procesos están más asociados a procesos de transformación digital, destaca. La transformación digital en España es oportuna porque las grandes empresas españolas no han nacido con una base digital, destaca. Han sabido internacionalizarse y ganar tamaño pero no tienen una tradición en su genoma de transformación tecnológica.
Cree que la empresa española tiene en big data el proceso de contratar a perfiles híbridos de tecnología y gestión. “Lanzan procesos de implantación de big data esponsorizados por la alta dirección. Generalmente hay un adalid de big data que suele ser el CEO, quien tiene la capacidad de reclutar un equipo, contratar consultores, atraer vendors o crear soluciones muy ágiles dentro de la empresa. Estos perfiles son los que están implantando la cultura del centro del dato. Pueden ser CIO o directores de transformación digital. Se les llama de diferentes maneras pero tienen la capacidad de evangelizar en el uso de los datos y en la aplicación de los datos para generar valor”, resalta.
Entre los retos a los que se tendrían que enfrentar son realmente de mentalidad, observa. “Todo proceso que ha sido refinado a lo largo de los años en las empresas acaba creando su propio dominio, su propio silo. Muchas veces esto también se refleja en el software. Acaban comprando soluciones tecnológicas para ese departamento. La mentalidad de la aplicación de big data consiste en ser agnóstico en el valor intrínseco que puedan tener esos datos. Los datos en sí no valen nada y son caros. Hay que depurarlos, tratarlos, tenerlos bien preparados, y accesibles”.
“Tenemos que ser capaces de entender que en esos datos propios de la empresa, combinados con datos de terceros, hay valor. Ver eso como un recurso y no como algo que se genera como un subproducto del proceso. Esto se combina con una cultura de apertura de transparencia de datos. Tenemos que ver que los datos separados no valen nada y juntos valen mucho. Es una evangelización, una nueva forma de ver las cosas”, finaliza.
INMA ELIZALDE