La Comisión Europea ha intensificado su lucha contra las grandes tecnológicas con nuevas acciones legales contra Google y Apple. Google enfrenta acusaciones por violar dos normas clave de la Ley de Mercados Digitales (DMA), mientras que Apple debe permitir que sus rivales se conecten a sus dispositivos para mejorar la interoperabilidad. A pesar de las amenazas del expresidente Donald Trump de imponer aranceles a los países que multen a empresas estadounidenses, la Comisión ha seguido adelante con los cargos, que afectan a ambas compañías desde marzo del año pasado.
Cargos contra Google
La Comisión Europea ha presentado dos hallazgos preliminares contra Alphabet, la matriz de Google. El primer cargo se refiere a cómo Google favorece sus propios servicios, como Google Shopping y Google Flights, en los resultados de búsqueda, lo que iría en contra de la legislación europea que exige trato equitativo.
El segundo cargo acusa a Google Play, la tienda de aplicaciones, de impedir que los desarrolladores redirijan a los usuarios hacia otras plataformas con mejores ofertas. La Comisión ha dejado claro que estos hallazgos preliminares no significan una decisión final, pero señalan posibles infracciones que podrían resultar en sanciones.
Medidas contra Apple
En cuanto a Apple, la Comisión Europea ha adoptado medidas para mejorar la interoperabilidad de los dispositivos de la marca con productos de terceros. Apple deberá facilitar el acceso a ciertas funciones de iPhone, como la transmisión de notificaciones y la transferencia de datos, para permitir que dispositivos de otras marcas se conecten de manera más eficiente.
Además, la Comisión exige que Apple agilice el proceso para manejar las solicitudes de interoperabilidad, mejorando la transparencia y el acceso a documentación técnica para los desarrolladores. Estas medidas buscan ampliar las opciones disponibles para los consumidores y fomentar la competencia en el mercado europeo.
Reacciones de las compañías y futuro de la regulación digital
Tal y como publica Reuters, Google ha expresado su preocupación, argumentando que las nuevas reglas de la UE dificultarán la experiencia del usuario y reducirán el tráfico hacia los negocios europeos. En respuesta, la Comisión ha defendido las medidas como esenciales para garantizar un mercado justo y competitivo.
Por su parte, Apple también se enfrenta a un mayor escrutinio, con la Comisión buscando evitar prácticas anticompetitivas y asegurar que se respeten los derechos de los consumidores. Con estas acciones, la Comisión Europea refuerza su control sobre las grandes tecnológicas, lo que podría marcar un precedente para la regulación digital tanto en Europa como en el resto del mundo.