En 2028 seis de cada diez esfuerzos de digitalización en las cadenas de suministro no habrán cumplido con el valor prometido debido a una falta crítica de inversión en aprendizaje y desarrollo (L&D). Así lo asegura Gartner en un estudio en el que subraya que, aunque las empresas invierten en tecnología para optimizar costes y eficiencia, están descuidando un componente esencial: la formación de los equipos encargados de implementar y utilizar esas herramientas.
Gartner señala que los responsables de cadena de suministro (CSCO) deben asumir un rol más proactivo liderando estrategias formativas a largo plazo. Para lograr una adopción digital efectiva, Gartner recomienda proteger los presupuestos dedicados al desarrollo de competencias, integrar metodologías ágiles de aprendizaje y coordinar con recursos humanos para alinear prioridades, tiempos y audiencias.
“En el contexto económico actual, los CSCO se enfrentan a una gran presión para reducir costes mientras intentan mejorar la eficiencia mediante nuevas tecnologías,” explica Tom Enright, vicepresidente de Gartner. “Sin embargo, la promesa de ahorro a largo plazo no se cumplirá si no se capacita adecuadamente a los equipos. La formación no debe ser vista como un gasto, sino como una inversión estratégica que permite desbloquear el valor real de esas tecnologías”.
Según un estudio realizado por la consultora en octubre de 2024, un 58 % de los líderes del sector identificaron el avance tecnológico como un desafío clave a futuro, y otro 58 % prevé un aumento en los costes de contratación por la creciente competencia por el talento. Además, el 40 % señaló que la hiperautomatización está modificando los requisitos de habilidades, mientras que otras investigaciones de Gartner muestran que la productividad individual generada por la inteligencia artificial generativa (GenAI) aún no se refleja en mejoras a nivel de equipos o trabajadores de primera línea.
Gartner concluye que los entornos de aprendizaje de alto rendimiento se están convirtiendo en un diferenciador competitivo clave. Las organizaciones que integran formación en sus proyectos tecnológicos desde el inicio no solo optimizan el retorno de la inversión, sino que también están mejor posicionadas para resistir recortes presupuestarios a corto plazo y adaptarse con mayor agilidad a los cambios del entorno digital.