Las empresas deben afrontar una serie de riesgos emergentes que podrían afectar gravemente a su operativa global en 2025, según Gartner. El estudio, realizado a 266 altos ejecutivos de riesgos y auditoría, destaca que los riesgos derivados del comercio, la volatilidad regulatoria, los cambios geopolíticos y las transformaciones en la fuerza laboral son los principales desafíos a los que las empresas deben prestar especial atención este año.
Uno de los principales riesgos identificados es la interrupción de las cadenas de suministro, que puede llevar a escasez de materias primas críticas, aranceles represivos, cambios en las rutas comerciales y costes de producción más elevados. Además, la volatilidad de los tipos de cambio y la menor demanda de los consumidores también se perfilan como factores que podrían aumentar la incertidumbre y los costos de las empresas, afectando su rentabilidad. Las empresas deberán planificar estratégicamente para hacer frente a estos desafíos y adaptarse rápidamente a los cambios.
Por otro lado, la volatilidad regulatoria y legal se ha intensificado, impulsada por los rápidos cambios en las normativas industriales, los costes inciertos de cumplimiento y la evolución de la regulación en torno a la inteligencia artificial. La incertidumbre sobre las políticas fiscales y el gasto público también ha aumentado, lo que exige a las organizaciones una monitorización constante para ajustarse a las nuevas reglas y evitar sanciones.
El entorno geopolítico también está en constante cambio. La reducción del gasto gubernamental en ayuda exterior, las preocupaciones sobre la seguridad de los empleados y los desafíos para garantizar la continuidad de los negocios en medio de la disrupción de rutas comerciales críticas están obligando a las empresas a replantear sus estrategias de mitigación de riesgos. Estos factores, junto con las tensiones globales, podrían generar un impacto negativo en las operaciones comerciales, especialmente en sectores dependientes de mercados internacionales.
Finalmente, los cambios en la fuerza laboral, como la escasez de talento, la incertidumbre sobre los costos laborales y la pérdida de experiencia clave, exigen que las empresas adopten estrategias ágiles y flexibles para gestionar su capital humano. Las empresas que no se adapten a estos cambios podrían enfrentarse a dificultades para mantener su competitividad en el mercado global.
Gartner recomienda que las empresas prioricen estos riesgos emergentes, implementen planes de contingencia y ajusten sus estrategias de inversión y recursos para mitigar posibles impactos. La capacidad de anticiparse a estos riesgos y adaptarse rápidamente será crucial para mantener la estabilidad y el crecimiento en 2025.