Actualmente estamos viviendo la evolución digital en muchos sectores y niveles. Esto obliga a que las empresas, si quieren seguir siendo competitivas, evolucionen sus aplicaciones e incorporen nuevas tecnologías pero, para cubrir esta nueva demanda, se necesitan una gran cantidad de desarrolladores y el mercado se tensiona.
Esta tendencia ha ido creciendo exponencialmente año a año y se agudizó en la pandemia cuando la transformación digital pasó a ser, en muchas ocasiones, la diferencia entre el existir, o no, de las empresas.
En España esta tendencia global ha sido especialmente acusada durante los últimos años. A las necesidades globales de digitalización se ha unido la entrada de fondos europeos, lo que ha permitido que puedan abordarse importantes proyectos de transformación. Paralelamente se han producido elevadas rotaciones entre el personal informático, con los importantes inconvenientes que ello conlleva.
El sector IT es especialmente complejo ya que presenta una rotación del doble que el resto de sectores españoles. Estos tienen un nivel de movimiento interno entre el 12 % y el 15 %, sin embargo, en los perfiles tecnológicos, la rotación se sitúa entre el 28 % y el 35 %, lo que es difícil de asumir por las consultoras tecnológicas y las empresas a las que dan servicios.
Entre los perfiles más demandados destacan los relacionados con las nuevas tecnologías: big data, cloud, ciberseguridad. La reconversión de profesionales informáticos hacia estos puestos hace que aumente la rotación en otros perfiles más tradicionales. Entre los puestos de mayor rotación del sector del software están los desarrolladores de entornos Web, los programadores Java y especialistas con conocimientos de DeVOps.
La consecuencia de tanta disparidad entre la gran demanda y la poca oferta de desarrolladores en el merca implica un inevitable aumento de los salarios y exigencias de los trabajadores que obligan a las empresas a mantener una atención permanente para tratar de reducir la rotación. No obstante, el problema principal no es sólo el aumento de coste, sino el impacto, absolutamente negativo que supone para los proyectos la rotación y la pérdida de conocimiento. Nuestra estimación es que el costo de perder a un desarrollador ronda entre el 400 y 1000 % del salario mensual. Pero, ni siquiera estas elevadas cifras se aproximan a la realidad de lo que para un proyecto, o para un departamento informático, puede suponer una elevada rotación. Los retrasos y la presión sobre el resto del equipo multiplican el problema.
Y esto ¿dónde nos deja? ¿Tiene solución? ¿Podemos evitar esta situación?
Las empresas que desarrollan software, con todos estos factores en contra, tienen que implementar toda una estrategia para conseguir, mantener y fidelizar desarrolladores, y por ende llevar al éxito los proyectos.
Una de las grandes alternativas que se presenta es el outsourcing IT o externalización del desarrollo en empresas especializadas que ofrezcan menores costos y disminuyan significativamente los riesgos que conlleva el contratar un desarrollador local. Se trata de buscar al personal especialista en lugares donde los mercados no estén tan tensionados pero a través de empresas especializadas que ya tienen una importante base instalada y la experiencia de llevar años haciéndolo. Actualmente hay empresas que ofrecen un servicio que disminuye los riesgos de la rotación en un 70 %. El servicio estrella es el “staff augmentation” o ampliación de personal que permite un aumento escalable en la capacidad de desarrollo. Gracias a la globalización, y los avances tecnológicos que vivimos, empresas que tienen equipos en Latinoamérica pueden trabajar en horario español o mixto. Aportan una gran capacidad técnica y, además, la similitud cultural es un valor extra que facilita la integración con los equipos locales.
Esta forma de contratación disminuye el coste entre un 15 y 40 %, se eliminan en un 100 % los costes de despido o de renuncia, se suprimen los costos de selección de nuevos perfiles o sustitución y se reduce, en gran medida, la rotación del personal. Disponer de estas soluciones permite aumentar rápidamente la capacidad de los equipos y su capacidad tecnológica permitiendo cubrir perfiles que en España pueden ser muy complicados y requieren sueldos muy elevados por su limitada oferta.
Si a todo ello, añadimos que los servicios vienen acompañados de muchos años de experiencia en el desarrollo de soluciones de software en clientes de todo el mundo, el modelo presenta grandes ventajas y una gran disminución de riesgos.
Las consultoras en mercado como España deben reaccionar para no dejar de ser competitivas y no cargar sus empresas con la tediosa tarea de estar permanentemente reclutando desarrolladores a precios cada vez mayores.
Es hora de equilibrar la balanza a favor del negocio.
Claudio Devita
CEO de Aconcagua Software