CaixaBank, ante su prioridad por la ciberseguridad, patente en diferentes medidas que ha llevado a cabo como la creación de un grupo especializado en respuestas a incidentes de seguridad informática y de un centro que coordina la seguridad integral del Grupo, quiere reforzar la seguridad de los datos con la computación cuántica, gestionando la autenticación del usuario y la protección de su privacidad. Para ello está participando en el programa europeo PIQASO (Post-Quantum Cryptography As-a-Service for Common Transmission Systems and Infrastructures) de protección de datos en la era postcuántica, liderando el caso de uso de la banca móvil y probando los nuevos algoritmos resistentes a la computación cuántica.
Este programa, que se desarrollará hasta diciembre de 2027, cuenta con un presupuesto de 6,6 millones de euros y engloba a otras 15 empresas europeas como la Universidad de Munich o Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC). ¿Qué se pretende con el mismo? Desarrollar implementaciones optimizadas y operativas para un conjunto de algoritmos criptográficos (entre los que se incluirán los nuevos quantum-resistant) y protocolos resistentes a ataques que puedan llevar a cabo los futuros ordenadores cuánticos. También dar solución a la encapsulación de claves, firmas digitales, intercambio de claves autenticadas, autorización, gestión de identidades y protección de datos a largo plazo, ofreciendo un equivalente de la Infraestructura de Clave Pública (PKI), que permite el intercambio de datos en Internet y la verificación de la identidad de la otra parte.
La entidad bancaria, que a lo largo de su vida ha formado parte de 14 consorcios, ha colaborado también en los programas Horizonte 2020, Horizonte Europeo o Europa Digital, en los que se potencia la eliminación de barreras para la innovación y se garantiza que Europa produzca ciencia de primer nivel.