Un grupo de operadores europeos ha hecho un llamamiento conjunto a la Comisión Europea para que mantenga un marco regulatorio claro y predecible en el sector de las telecomunicaciones fijas. En una carta abierta, las compañías alertan sobre los riesgos que implicaría relajar la regulación sobre los antiguos monopolios en el acceso a infraestructuras de red, lo que podría frenar la competencia y dificultar la inversión necesaria para la expansión de las redes de fibra óptica en Europa.
Durante décadas, los consumidores y las empresas europeas se han beneficiado de un entorno regulatorio estable que ha fomentado la competencia, la innovación y el despliegue de infraestructuras de banda ancha fija. Este marco ha reducido las barreras de entrada para nuevos operadores, permitiéndoles acceder a infraestructuras críticas como ductos y postes, que por su naturaleza son «monopolios naturales difíciles de replicar». La regulación ex ante, vigente hasta ahora, ha buscado «un equilibrio entre la competencia y el incentivo a la inversión a largo plazo» para construir redes de fibra de alta calidad.
Los firmantes, entre ellos Vodafone, Iliad, Bouygues Telecom, Colt, Open Fiber y 1&1, advierten de que la propuesta actual de la Comisión Europea para flexibilizar las normas «es un paso atrás», que contraviene «los principios de competencia que la Comisión ha defendido durante décadas» y podría «conducir a una re-monopolización» del mercado, afectando especialmente «la migración del cobre a la fibra».
Además, alertan de que esta relajación «sofocaría la competencia y la inversión en los servicios de conectividad fija», poniendo en riesgo miles de millones de euros comprometidos por el sector privado y dificultando el despliegue de infraestructuras gigabit en áreas urbanas y rurales. Según la carta, el actual marco es «esencial para el acceso mayorista local y la capacidad dedicada para conectividad empresarial, incluyendo el acceso a fibra oscura».
El documento también señala que «el acceso a infraestructuras físicas, como ductos y postes, sigue estando controlado en muchos Estados miembros por un único operador», lo que crea «un monopolio de facto» que debe ser regulado para evitar barreras de entrada.
Los firmantes solicitan que la Comisión Europea «complete la implementación de la Ley de Redes Digitales (Digital Networks Act) antes de considerar cualquier cambio en el marco de mercados relevantes». En este sentido, recuerdan que «de los 27 reguladores nacionales de la UE, 23 todavía regulan el mercado local y 15 el mercado de capacidad dedicada para empresas».
Finalmente, subrayan que «la inversión a largo plazo en redes de fibra depende de la certidumbre regulatoria» y que «los objetivos del Decenio Digital 2030 sólo pueden alcanzarse si la Comisión adopta un enfoque equilibrado y basado en evidencia para la regulación del mercado fijo».
Los firmantes llaman a la Comisión a «trabajar estrechamente con la industria y los reguladores nacionales para asegurar que el marco regulatorio siga apoyando tanto la inversión como la competencia para todos los actores».
Este grupo, que opera redes en los 27 países de la Unión Europea y da servicio a cerca de 240 millones de clientes, está encabezado por Edward Bouygues, presidente de Bouygues Telecom; Keri Gilder, CEO de Colt Technology Services; Alex Goldblum, CEO de Eurofiber; Walter Renna, CEO de Fastweb+Vodafone (Italia); Thomas Reynaud, CEO de Iliad Group; Giuseppe Gola, CEO de Open Fiber; Robert Finnegan, vicepresidente de CK Hutchison Group Telecom (Three Group); Ralph Dommermuth, CEO de 1&1 AG; y Margherita Della Valle, CEO de Vodafone Group Plc.