Estados Unidos es el escenario escogido por el buscador para atacar a Microsoft. Este ataque se ha centrado en uno de los negocios más lucrativos de la compañía (el paquete de Office). Google dejará de forma gratuita, a agencias y empresas gubernamentales, su suite Google for Work. Google se compromete a pagar hasta 75.000 dólares para gastos de migración.
Google ha decidido enfrentarse a Microsoft y ha lanzado su ataque contra uno de los buques insignia de la compañía, el paquete de soluciones Office 365. Google, que ahora forma parte de un conglomerado de compañías conocido como Alphabet, cuenta con una suite similar a Office bautizada como Google for Work.
Aunque los programas que utiliza son algo diferentes – ya que Microsoft engloba los tradicionales Word, Outlook, Power Point y Excel y Google cuenta con Docs (Docs, Sheets y Slides), Gmail, Drive y Hangouts – el verdadero ataque se centra en el precio de la solución. Google pretende, si se lo permiten, dejar su suite de forma gratuita a compañías y agencias gubernamentales, además de pagar hasta 75.000 dólares para gastos de migración. Eso sí, el buscador ha impuesto algunas limitaciones a la oferta, por ejemplo, que estas compañías tenga un límite máximo de 3.000 usuarios y, de momento, solo se centrará en Estados Unidos, aunque puede que esta oferta se traslade a otros países.
Con estas restricciones, Google dejará de percibir entre $ 180.000 y $ 360.000 en ganancias anuales si una compañía de 3.000 personas hace el cambio de Office 365 a Google for Work. Pese a que la compañía del buscador no se ha querido pronunciar sobre cuánto le ha costado esta estrategia, de lo que sí estamos seguros es de que el dinero invertido proviene de uno de los negocios más rentables que tiene hasta este momento: la publicidad online, que ha acumulado – en el último año fiscal – hasta 66 mil millones de dólares. Por su parte, Microsoft ha tratado de competir con Google tanto en la publicidad en Internet como en las búsquedas, aunque siempre con poco éxito.
Este nuevo ataque, supone un capítulo más en una guerra por el control del liderazgo de una suite de ofimática para empresas y que dura ya una década, concretamente, desde que Microsoft lanzó su suite ofimática online. Ahora solo queda esperar la resolución de esta batalla y si el ataque se extiende o no a otros países.