Tener una buena idea, lanzar una empresa, hacer que la misma se reinvente y cumpla sus bodas de plata no es sencillo. Sin embargo, Javier Fernández, Albert Casadejust y Sergi Giralt, lo han conseguido. Hace 25 años, y “con la idea de cambiar determinados aspectos en el panorama empresarial, para hacer las cosas como tenían que hacerse”, arrancaron un proyecto que hoy celebran. Y así, esta compañía, que comenzó a dar sus primeros pasos con estos tres amigos, ha ido forjándose, creciendo y madurando hasta alcanzar la cifra de 120 personas, con premisas como la satisfacción del cliente, el trabajo y la integración de sus trabajadores. Así lo manifiesta Javier Fernández, socio director de Omega Peripherals, a Director TIC.
Una compañía de origen español que en 1993 comenzó su andadura en Barcelona y hoy cuenta con presencia, además, en Madrid, Bilbao, La Coruña y Sevilla. Que vino al mundo cuando Internet no existía y ha pasado a ser “una compañía muy especializada en la seguridad del dato, llevando a cabo todo lo relacionado con el almacenamiento, back-up y protección del dato. “Dentro de eso llevamos a cabo desde la consultoría hasta el soporte de desarrollo”, afirma Fernández, “contando con la seguridad como otro elemento clave y la gestión de identidades, con proyectos realizados con Meliá, por poner un ejemplo”. Y vamos avanzando cada día más, confirma, “porque con el IoT la seguridad va a ser un elemento crítico”.
Posicionados en la mediana y gran empresa, reconoce que han conseguido cosas muy interesantes a lo largo de estas más de dos décadas, destacando el hecho de haber ganado el back-up del servicio de salud vasco Osakidetza o haber montado la infraestructura del cloud privado del banco Sabadell. ¿Su mayor reto? Mantenerse al día en las nuevas tecnologías, manifiesta. “La rapidez con la que evoluciona la tecnología te hace renovarte constantemente. Los fabricantes, cuando surge una nueva versión, hacen que te certifiques en la misma y nosotros, como somos una compañía multifabricante, ya que trabajamos con todos los del mercado, tenemos que estar certificados en todos ellos”.
Apostando por la excelencia
En un mundo empresarial en el que se debería apostar por la excelencia, el directivo resalta su participación en la Fundación para la Excelencia de Castilla y León. “Intentamos ser una empresa con los máximos estándares de calidad en cualquier actividad que llevamos a cabo. Ahora estamos viendo la huella de carbono que dejamos. También somos excelentes en los sistemas de control de calidad de los proyectos que hacemos. Y a la hora de dotarnos de infraestructura propia, intentamos contar con aquella infraestructura que nos permite prestar mejor nuestros servicios”, manifiesta. Si bien reconoce que la excelencia no es lo más barato, aunque es de los que opinan que cuando apuestas por la misma y lo miras a medio y largo plazo, es la solución más económica. “Aunque en este país sigue habiendo empresas, dentro de una cierta calidad, que apuestan por lo más barato. Más de un 40 %. El otro 60 % mira menos el precio y más la calidad del servicio”, apunta.
¿Las claves de la excelencia? “Un proyecto es excelente cuando se ha hecho al menor coste y con la mayor calidad posible”, subraya. “Esto implica que cuando afrontas un proyecto tienes que planificarlo y organizarte muy bien, hacer un análisis de precio y de ROI serio y coherente. Y a partir de ahí es cuando puedes empezar a implantarlo, analizando las desviaciones y corrigiéndolas si se producen”.
Futuro
Y en el horizonte la previsión de cambios, “mas que tecnológicos, sociales”, revela Fernández. “Están cambiando las formas de consumir, independientemente de que sean productos o servicios y eso hace que las compañías tengan que transformar su forma de vender o de producir. Esto lleva consigo un cambio tecnológico importante de las compañías y eso hace que nosotros tengamos que enfrentarnos no solo al cloud o a la hiperconvergencia”, dice. “Tenemos que mejorar en el IoT, estamos adentrándonos en el big data. Tenemos que ser capaces de integrar las soluciones on-premise con el cloud privado y público, con una nueva forma de desarrollar, que permitirá a las compañías desarrollar las aplicaciones de una manera mucho más rápida, apps mucho más pequeñas… Todo esto, a cualquier compañía del sector nos tiene que generar un cambio en cuanto a la forma de afrontar los negocios. Incluido el personal y los proveedores que tenemos, porque habrá proveedores que no se adaptarán”, expone.
Cambios que, en su opinión, también llegarán al CIO, en un periodo máximo de cinco años, reflexiona. Reconoce que irán apareciendo nuevas figuras dentro de las compañías “porque la parte de negocio tiene unas necesidades y se está encontrando con que la parte de tecnología de la compañía no entiende las mismas”. Por esta razón algunas organizaciones ponen a una persona que se enfoque a la transformación digital, observa, “y esto va a generar un baile sobre aguas turbulentas. Va a haber un momento en el que no va a estar muy claro en las compañías sobre quién decide qué. El CIO va a tener que tener más relación con negocio, entender mucho mejor el negocio”, asegura.
Pero mientras estos cambios llegan, Javier Fernández piensa en un futuro más cercano, en el que la compañía espera crecer en Madrid y ampliar su presencia a la Comunidad Valenciana, en este dulce momento por el que atraviesan y en el que Fernandez considera que su mayor logro son aquellos clientes que empezaron con ellos y hoy, 25 años después, siguen a su lado.
INMA ELIZALDE