Es consciente el grupo MASMOVIL del compromiso que, como compañía centrada en el entorno de las comunicaciones, tiene en el crítico reto de reducir y, finalmente, acabar con la brecha digital que tiene España. “Tenemos una gran responsabilidad en el reto de lograr que toda la población tenga acceso a la tecnología y a la conectividad”, explica Javier Marín, director general de Relaciones con Inversores y ESG del grupo. Un compromiso premiado por la Red Innicia, que reconoció sus esfuerzos con un galardón en la categoría de “Impacto social”.
La responsabilidad social corporativa sigue ganando peso en las estrategias de las empresas. Una línea en la que no solo se reconoce el compromiso con la sociedad sino que también incluye políticas de sostenibilidad y eficiencia energética, cada vez más críticas. MASMOVIL ha desplegado en los últimos años diferentes proyectos en estos ámbitos. Uno de ellos ha sido el que le ha permitido ser premiada por la Red Innicia, formada por 30 organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en proyectos colaborativos innovadores.
En 2020, para aliviar la situación de las personas más vulnerables, MASMOVIL anunció una bonificación social en sus servicios de telecomunicaciones para este colectivo. Un proyecto que se desplegó en el ámbito de la Comunidad de Madrid y que benefició a 230 personas, en su mayoría menores y adultos que se vieron sin posibilidad de seguir sus cursos o formaciones durante la pandemia, personas con discapacidad para que pudieran seguir sus terapias online o mayores que sufrían problemas de soledad.
Parte esencial del proyecto, que fue bautizado con el nombre de “Tarifa MASsolidaria”, fue el acuerdo de colaboración que la operadora suscribió con las entidades que forman parte de la Red Innicia para identificar a aquellas personas que necesitaban esta conectividad. Todas ellas pudieron disponer de fibra por 100 Mbps o ADSL y de una línea de teléfono fijo por 15 euros al mes. Todo ello de forma indefinida mientras se encontraran en esta situación de vulnerabilidad.
Pilares de la estrategia
La estrategia de responsabilidad social corporativa de MASMOVIL se entronca con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. “Decidimos adherirnos con el fin de impulsar y promover los objetivos de la agenda 2030 y los 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible)”, explica Javier Marín. De la lista de estos ODS, el grupo destaca en la construcción de infraestructuras resilientes, promoción de la industrialización sostenible y el fomento de la innovación. “Además llevamos a cabo acciones para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje”, enumera. Reducir la desigualdad, lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles; y revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible completan su línea de compromiso.
Disponer de tecnología de calidad llevará consigo la posibilidad de un crecimiento económico real en las zonas de la “España vaciada
En materia de sostenibilidad y respeto al medio ambiente, el grupo ha conseguido reducir las emisiones de carbono en un 93 % en tan solo tres años. En el área de la digitalización, desde el año 2019 MASMOVIL ha desplegado fibra en cerca de 500.000 poblaciones de menos de 10.000 habitantes y en 2 millones de hogares de 800 municipios de menos de 20.000.
Compromiso con la España rural
Marín destaca la preocupación por impulsar la digitalización en las zonas rurales. “Disponer de tecnología de calidad llevará consigo la posibilidad de un crecimiento económico real en las zonas de la “España vaciada”, remarca. A su juicio, si se ofrecen los servicios que existen en áreas urbanas, las posibilidades de que se incremente la población joven en esas zonas aumentará. “El teletrabajo es una realidad que requiere de una conexión robusta para poder desarrollar la actividad profesional o educativa con independencia del lugar en el que se esté”.
No olvida insistir en el crítico reto de acortar la brecha digital. Según los datos del Plan Cruz Roja Responde, el 63,8 % de los hogares atendidos no dispone de ordenador y el 46,6 % no tiene contratado ningún servicio de Internet. “Empleamos una gran parte de nuestros esfuerzos en seguir reduciendo la brecha digital en la España rural, desplegando fibra óptica en más de 1 millón de hogares en poblaciones pequeñas”, insiste. “Seguimos comprometidos en ayudar a reducir la desigualdad, asegurando el acceso de toda la sociedad a la información, a una tramitación burocrática sencilla, a una educación de calidad, etc.”.
Un reto en el que el Gobierno también tiene su parcela de responsabilidad. “Por mucho que las compañías privadas inicien proyectos encaminados a reducir esta brecha, si no hay una serie de políticas, normas y reducción de burocracia, no será posible”, analiza. “El Gobierno debe legislar para lograrlo. Se necesitan políticas serias, firmes y que tengan como objetivo ayudar a la sociedad”. Marín recuerda que España se encuentra a la cabeza, no solo de Europa sino también del mundo, en penetración de banda ancha, de fibra óptica y en la calidad de la misma, lo que indica, a su juicio, que “todos vamos en la misma dirección”.