La transformación digital de las pequeñas y medianas empresas podría generar un impacto de más de 90.000 millones de euros en el PIB español, aunque antes habría que impulsar y alinear estrategias, medios y políticas industriales pero, sobre todo, cambiar la mentalidad de este segmento empresarial. Así quedó destacado en el Primer Foro Tecnológico Intersectorial, organizado por la Confederación España de Empresas de Tecnologías de la Información, Comunicaciones y Electrónica (Conetic), en Madrid.
Para Tomás Castro, presidente de Conetic, “el reto pasa por estar por encima de la media europea o, como mínimo, a la par, compitiendo con las pymes europeas más avanzadas, siempre que seamos capaces de alinear las necesidades de estas compañías con el desarrollo de políticas y herramientas para favorecer su transformación”. El socio estratégico más adecuado para lograrlo serían las pequeñas y medianas empresas TIC locales, de proximidad a la empresa.
Para José María Lasalle, Secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, debemos ser capaces de encontrar los activadores que den paso a esta transformación digital. Algo que puede conseguir la nueva agenda digital, que entrará en vigor en el año 2525, y que pasa por claves como la economía del dato, aprovechando la transformación digita para impulsar a nuestro país como referencia tecnológica. Un ecosistema 4.0, creando sinergias entre todos los sectores para extender la transformación digital. La regulación inteligente, las infraestructuras tecnológicas y la ciudadanía digital.
Lasalle recordó que tenemos un proyecto de transformación que trata de cambiar la fisonomía social y empresarial, con empresas que tratan de salvar la brecha digital y que tienen que ser capaces de encontrar el botón y adaptar la vía digital, pero sin renunciar al modelo de empresa.
Por su parte, desde Red.es van a ayudar a este segmento empresarial con la puesta en marcha de dos nuevos programas que cuentan con un presupuesto de cinco millones de euros: el servicio de asesores digitales, que pueden ir a digitalizar a las empresas y las oficinas de transformación digital, de la mano de diferentes sectores.
Ciberseguridad
Mejorar la ciberseguridad entre ciudadanos y empresas es el reto que se ha impuesto el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), reto para todos a la hora de adaptar la tecnología y oportunidades de desarrollo para el país y las empresas, tal y como señaló Alberto Hernández, director general de este organismo. La buena noticia viene de la mano del gran reconocimiento internacional con el que cuenta la política de ciberseguridad española. Entre los datos aportados figuran que nuestro gasto en este sentido es de un 13 %, por encima de la media europea.
España importó 603 millones de euros en servicios y productos y exportó 290 millones de euros a países como EE.UU., Reino Unido, Alemania o Francia, aunque Hernández advirtió sobre la existencia de una brecha a la hora de cubrir la demanda de puestos relacionados con la ciberseguridad. Algo que, junto a la baja inversión en I+D, el pequeño tamaño de las empresas y su limitación para crecer, hacen que llevemos un retraso digital frente a las empresas europeas.
Industria 4.0
La industria española supone el 13 % del valor añadido de España y emplea al 11 % de la población, sin embargo, tan solo el 10 % de las empresas industriales cuentan con un plan de estrategia digital. Un dato que choca si tenemos en cuenta que ocupamos el séptimo lugar en digitalización de empresas, según el Digital Economy and Society Index, elaborado por la Unión Europea.
Principal contribuidora en la balanza comercial positiva, la introducción de la tecnología en el proceso de fabricación de la misma no basta para que alcanzar el nivel de industria conectada. ¿Qué se necesita? Tener en cuenta toda la cadena de valor, desde el sector primario hasta el consumidor final. Por lo que, tal y como comentó José Luis Pancorbo, vocal de Conetic y presidente de Aertic, le queda un largo recorrido hasta convertirse en industria conectada y se pueda beneficiar de las herramientas tecnológicas. Algo a lo que pueden ayudar las empresas del sector tecnológico, quienes pueden contribuir al cambio cultural imprescindible, tal y como señaló Gloria Díez, gerente de Conetic.
¿Qué podemos destacar de la industria 4.0 española? Una estrategia que tiene como objetivos la creación de redes digitales de innovación, formación en competencias digitales, la adaptación del marco normativo al hecho digital o la próxima creación de una plataforma de industria conectada, así como un marketplace virtual que servirá de punto de encuentro entre proveedores y clientes. Si bien, tal y como se demostró en las mesas redondas llevadas a cabo durante el evento, la industria demanda solucione TIC a medida que conecten a todos porque, tal y como dijo Juan Jesús Urbizu, de SUMAINFO, “no hay una solución general para todos, la clave está en la integración de las distintas tecnologías. Además, se necesita contar con un nivel cualificado de profesionales de servicios TIC y trabajar en un modelo por proyectos”.
Otra de las conclusiones a las que se llegó durante el evento pasa por que vamos hacia una economía de plataforma en la que cada uno ofrece lo que sabe hacer bien.
Inma Elizalde