Últimamente no hay foro, evento o encuentro relacionado con las TIC y la gestión de organizaciones, en los que el concepto de transformación digital no acabe siendo un mantra que invada el ambiente como un objetivo claro al que llegar, a toda costa. De la noche a la mañana, lo digital, ha emergido, cambiando el concepto de los negocios y el de los clientes o los usuarios de nuestra organización, lo que obliga a modificar la forma de gestionarla si, como vaticinan todos los expertos, no queremos quedarnos atrás, en una carrera que se ha convertido en más vertiginosa que nunca.
En definitiva, los directivos de las empresas, independientemente de su tamaño, los responsables de sus distintos departamentos, de las plantas de producción o los responsables de gestionar equipos humanos, tienen ante sí el reto de afrontar la adaptación a este nuevo entorno y, muchas veces, es difícil saber por dónde empezar o qué cambiar. A mi juicio, es en este punto: por dónde empezar, dónde radica el gran paradigma de adaptar una organización a estos nuevos tiempos. Puede caerse en la tentación de cambiarlo todo de golpe, lo que conlleva un alto precio, si tenemos en cuenta que, además de la tecnología que ya se posee, las organizaciones están conformadas por personas que, además de ser fundamentales en este proceso, han de adaptarse a él y adoptar la nueva cultura.
Social business
Por ello, ¿es posible pensar en una aproximación a la transformación digital de manera gradual, en un proceso suave y capaz de ir extendiéndose a toda la organización?, ¿existe alguna fórmula que nos posibilite ir midiendo su impacto, tanto en los recursos humanos como en el negocio? La respuesta es sí.
En medio de este panorama de transformación digital, sí o sí, desde aggity ofertamos al mercado un nuevo concepto para acercarse a este proceso: social business. Se trata de una tecnología fácil de explicar y adoptar, ya que está inspirada en las herramientas de relación social más extendidas en el mundo; sencillo de implantar y, además, con un coste reducido, sobre todo si tenemos en cuenta la rapidez con la que empieza a revertir en ventajas para la organización, en aspectos como el ahorro de costes, motivación del personal, satisfacción de los clientes y un largo etcétera que, además, es capaz de atravesar transversalmente a todos y cada uno de los departamentos de la compañía y sus procesos.
A la hora de explicar qué es social business, en primer lugar, es vital dejar claro que la transformación digital es un proceso, no un fin en sí mismo, y que impregna y afecta a toda la organización y, por lo tanto, precisa de su concurso, implicación y participación. Por lo tanto, una empresa no podrá ser digital si antes no es social. Y he aquí la razón de ser del nuevo concepto social business. Gracias a él, y a las soluciones y herramientas que permiten su desarrollo e implantación, el objetivo no es otro que socializar la gestión y trasladar el ecosistema social de la organización, compuesto por empleados, colaboradores, clientes, proveedores, distribuidores, asociados, sus procesos de negocio y las cosas (IoT) al entorno digital. En ese espacio, todas estas figuras pueden y deben contactar, colaborar, comunicar, compartir, cooperar y gestionar el conocimiento corporativo y, además, lo tienen que hacer en un entorno seguro y controlado.
Dicho así parece complejo, pero lejos de ello, con los socios y proveedores adecuados, puede resultar extremadamente sencillo. A grandes rasgos, de lo que se trata es de aprovechar el conocimiento y el uso masivo que los usuarios finales hacen de todo tipo de herramientas de comunicación, colaboración y redes sociales y trasladarlo a un entorno seguro y confidencial dentro de la empresa. En paralelo, hay que ser capaz de combinarlas y conectarlas con los sistemas transaccionales y de gestión tradicionales (ERP, CRM, CMS), tecnologías de movilidad, análisis inteligente de la información (Big Data) e IoT.
Ventajas
Frente a otros cambios tecnológicos o de infraestructuras, este concepto de social business y el nuevo ecosistema organizativo social y colaborativo que aplica en la empresa tiene como principal ventaja, una adopción muy rápida por los miembros de la organización, sean internos (trabajadores) o externos (clientes, proveedores, distribuidores). Esto significa empezar su amortización y obtener retorno de la inversión casi de manera inmediata.
Pero sus oportunidades y ventajas van más allá. Diversos estudios consideran que una mejor comunicación y colaboración mediante tecnologías sociales pueden aumentar la productividad de los trabajadores en una horquilla de entre un 20 % y un 25 %.
Además, un repaso a lo que opinan aquellos que han experimentado en sus organizaciones una estrategia social business de éxito pone de relieve otros beneficios. Por un lado, los encuestados señalan que es un motor para acelerar la innovación, simplificando la creación de comunidades internas enfocadas en innovar y facilitar la captura de nuevas ideas tanto dentro como fuera de la organización.
También consideran muy positivo la facilidad para crear comunidad, involucrar y escuchar, generar nuevas oportunidades de negocio, acelerar la venta de nuevos productos y servicios, e impulsar campañas de marketing y promoción. Finalmente, respecto a la productividad y la eficiencia organizativa, los usuarios de social business identifican mejoras en la transparencia y el conocimiento colectivo, así como en la localización y potenciación de talento.
Las tecnologías y soluciones social business ofrecen a las empresas una gestión más ágil, dinámica y efectiva. También menores costes de gestión y nuevas oportunidades de negocio y servicios para clientes. Nuestro país, donde la penetración de los dispositivos móviles y las herramientas sociales ha sido tan rápida y su uso está tan extendido, disponemos de un punto de partida excelente para avanzar en social business y hay que aprovecharlo si no queremos quedarnos fuera del nuevo mercado global.
Oscar Pierre
Presidente y CEO de aggity