La creciente influencia de los dispositivos de consumo en el lugar de trabajo, el crecimiento exponencial de profesionales móviles y la omnipresencia de las redes sociales están obligando a las organizaciones a replantearse sus políticas de seguridad.
Por otro lado, el incremento del activismo en la ciber-delincuencia (o nuevo hacktivismo) sitúa esta amenaza entre las más importantes, ya que cualquier institución pública o privada puede ser atacada por grupos de hackers anónimos y globales con el fin de desacreditarla o comprometer su imagen.
Así se desprende del Informe Anual de Seguridad 2011 de Cisco, que desvela cómo empresas y Administraciones pueden gestionar estos nuevos retos a la par que facilitan las herramientas necesarias para innovar y colaborar en cualquier momento y lugar, mediante cualquier dispositivo.
Dado el deseo de los trabajadores de contar con mayor movilidad y flexibilidad para utilizar los dispositivos corporativos en su vida privada y viceversa -tablets, portátiles o smart phones-, las organizaciones necesitan adoptar una estrategia Bring Your Own Device, que implica proteger las redes y los datos con independencia de la forma en que los empleados acceden a los recursos corporativos, ya sea mediante sus propios dispositivos o los de la empresa.
Estas medidas se completan con una correcta formación de los usuarios y otros mecanismos que ayudan a evitar las múltiples amenazas de malware y ataques de phising, como sistemas de prevención de intrusiones con análisis en tiempo real y filtros de reputación para detectar el contenido y las actividades sospechosas.
Igualmente, las organizaciones deben considerar otra amenaza que puede resultar incluso más perjudicial en caso de que les afecte: el nuevo hacktivismo o combinación de actividades de hacking y activismo.
Para defenderse ante esta posible situación es necesario proteger las redes y accesos, disponer de alertas en tiempo real y diseñar un plan de respuesta previa en el que participen distintos departamentos, como seguridad, operaciones, asuntos legales o comunicación.
Además de esta nueva realidad, las organizaciones siguen enfrentándose a una amplia gama de malware y ataques multi-vector con un claro objetivo de lucro, como las amenazas avanzadas y persistentes (APTs, Advanced Persistent Threats), los troyanos especializados en robo de datos y kits ya preparados para explotar las vulnerabilidades web.
De esta forma, 2011 ha confirmado una tendencia ya anunciada en el anterior Informe de Seguridad Anual de Cisco: los ataques son más selectivos y dirigidos hacia grupos concretos de usuarios para obtener datos financieros o propiedad intelectual, además de centrarse cada vez más en sistemas operativos y plataformas móviles.
Las amenazas a sistemas de control industrial -redes eléctricas, centrales nucleares, uilities…-, el potencial de acceso a los entornos multi-usuario de Clouds públicas o botnets (redes de ordenadores zombis) más pequeños pero más numerosos son otras de las preocupaciones que marcarán la agenda de los responsables de seguridad en 2012.
Según la división Cisco Security Intelligence Operations (SIO), el volumen de spam ha caído entre agosto de 2010 y noviembre de 2011 desde los más de 379.000 millones de mensajes registrados diariamente hasta cerca de 124.000 millones -unos niveles no alcanzados desde 2007-, provocando que los beneficios procedentes del spam masivo desciendan más de un 50% anual (desde los 1.100 millones de dólares registrados en junio de 2010 hasta los 500 millones contabilizados en junio de 2011). Afecha septiembre de 2011, India ha generado el mayor volumen de spam (13,9%), seguido de Vietnam (8%) y Rusia (7,8%).
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