En 2025, los CIO navegarán un mar agitado de desafíos tecnológicos. La inteligencia artificial, con su potencial transformador, exigirá estrategias sólidas para su implementación y gestión. El análisis de datos, cada vez más voluminosos y complejos, requerirá herramientas y habilidades avanzadas para extraer valor y las ciberamenazas, en constante evolución, pondrán a prueba las defensas de las organizaciones. Además, los CIO deberán demostrar de manera tangible el valor que aporta la TI a los negocios y construir equipos de talento altamente capacitados para enfrentar estos retos.
Así lo considera Gartner quien destaca que, una de las primeras tendencias a las que tendrán que hacer frente los CIO tiene a la IA como eje. Así, la consultora señala que la inteligencia artificial está impulsando una demanda sin precedentes de capacidad computacional (en 2025 el 75 % de las empresas dependerán de la IA para sus operaciones). Sin embargo, esta transformación sólo es posible con infraestructuras capaces de procesar enormes volúmenes de datos a alta velocidad. Las arquitecturas basadas en la nube híbrida, combinadas con aceleradores de hardware como las GPU, se convertirán en el estándar de la industria.
Ante esta realidad, los CIO deberán repensar por completo sus infraestructuras TI para aprovechar todo el potencial de la inteligencia artificial. La adopción de tecnologías como la computación en el edge y el aprendizaje automático requerirán una inversión significativa en hardware y software especializados. Además, la nube híbrida ofrece la flexibilidad y escalabilidad necesarias para gestionar los flujos de trabajo de IA más exigentes.
Los CIO deberán repensar por completo sus infraestructuras TI para aprovechar todo el potencial de la inteligencia artificial
La segunda gran tendencia tendrá al valor de los datos como protagonista. Éste reside en su capacidad para generar insights accionables. Sin embargo, la creciente complejidad de los entornos de datos plantea desafíos significativos. Para 2025, el 80 % de las organizaciones, según Gartner, necesitarán una estrategia de datos sólida para aprovechar al máximo sus activos de información.
¿Cuál será el rol de los CIO? La consultora señala que estos deberán desarrollar una estrategia de datos integral que abarque desde la captura y almacenamiento de datos hasta su análisis y visualización. La adopción de tecnologías como data lakes y herramientas de gobernanza de datos, combinada con una cultura de datos sólida, es fundamental para transformar los datos en valor empresarial.
La ciberseguridad marca el tercer gran reto. Y es que la creciente interconexión digital y la sofisticación de las amenazas cibernéticas están transformando radicalmente el panorama de la seguridad en las organizaciones. En 2025, la ciberseguridad exigirá una colaboración sin precedentes entre empresas, gobiernos y proveedores de servicios. Los ataques a la cadena de suministro, cada vez más frecuentes y sofisticados, se han convertido en una de las principales preocupaciones. Impulsados por la inteligencia artificial, estos ataques aprovechan las vulnerabilidades de los partners y proveedores para infiltrarse en las redes corporativas y acceder a información confidencial.
Los CIO desempeñarán un papel fundamental en la definición y ejecución de las estrategias de ciberseguridad de sus organizaciones. Deben priorizar la formación continua de sus equipos para garantizar que estén equipados con las habilidades y conocimientos necesarios para hacer frente a las amenazas emergentes. La formación debe abarcar una amplia gama de temas, desde los fundamentos de la seguridad cibernética hasta las últimas técnicas de ataque y defensa. Asimismo, deberán desarrollar protocolos de respuesta a incidentes claros y concisos, que establezcan los roles y responsabilidades de cada miembro del equipo. Estos protocolos tendrán que ser probados regularmente mediante simulacros para garantizar que la organización esté preparada para responder de manera efectiva ante cualquier incidente de seguridad.
Los CIO desempeñarán un papel fundamental en la definición y ejecución de las estrategias de ciberseguridad de sus organizaciones
Mientras lidian con tecnologías como la IA, la analítica de datos o la ciberseguridad, los CIO tendrán que hacer frente a dos retos más: ser considerados como una inversión en vez de un coste y gestionar la crisis de talento.
En este sentido, Gartner recuerda que históricamente, los departamentos de TI han sido vistos como centros de coste, encargados de mantener la infraestructura tecnológica. Sin embargo, en 2025, este paradigma está cambiando radicalmente. La tecnología evolucionará hasta convertirse en un socio estratégico capaz de habilitar la innovación, optimizar los procesos y mejorar la experiencia del cliente
Este cambio de paradigma exige un enfoque estratégico por parte de los CIO. Será necesario definir KPI que demuestren el impacto directo de la TI en el negocio, como la agilización de procesos, la mejora de la experiencia del cliente y la reducción de costos. Además, los CIO deberán convertirse en líderes de comunicación, capaces de transmitir de manera clara y concisa cómo las inversiones en tecnología impulsan el crecimiento y la competitividad de la organización.
En cuanto a la escasez de talento, ésta se ha convertido en uno de los mayores desafíos que enfrentan las empresas a nivel global. Según las previsiones de Gartner, en 2025 el déficit de habilidades tecnológicas alcanzará su punto máximo, lo que tendrá un impacto significativo en la capacidad de las organizaciones para innovar y competir. La falta de profesionales capacitados dificultará la implementación y el mantenimiento de infraestructuras TI avanzadas, lo que puede resultar en retrasos en los proyectos, aumento de costes operativos y mayor vulnerabilidad a ciberataques. Además, la escasez de talento limitará el crecimiento de las empresas y obstaculizará su transformación digital.
Así las cosas, atraer y retener talento tecnológico en un mercado cada vez más competitivo requiere una estrategia integral. Los CIO deberán fomentar una cultura organizacional que valore el aprendizaje continuo, la innovación y el bienestar de los empleados. Esto implica invertir en programas de capacitación, establecer alianzas con instituciones educativas y crear entornos de trabajo flexibles que atraigan a los mejores talentos. Además, la automatización de procesos liberará a los equipos para que puedan concentrarse en tareas más estratégicas y creativas.