La inteligencia artificial en Europa todavía está dando sus primeros pasos y su grado de madurez queda lejos de alcanzarse. Así se puso de manifiesto en el Chief Data Officer Day, un evento organizado por IKN, con el dato como protagonista, que ha tenido lugar en Madrid.
Una madurez que tan solo alcanza al 5 % de compañías, a pesar de que la mitad de las organizaciones lo perciben como un elemento que puede ayudarles positivamente, cifra que en España se eleva al 70 %. Así lo manifestaron consultores de EY, quienes recordaron que cuando la inversión en la misma es baja, hay que aplicarla a sistemas acotados que afecten en algo a nuestro negocio, para encargarse un poco de la experiencia de cliente. La adopción más grande vendría de la mano de una estrategia definida para aprovechar el potencial de la IA.
Los expertos opinan que hay que contar con un centro de excelencia del que emane la capacidad de la inteligencia artificial, complementando a las empresas con datos que vengan de fuera de la organización, para llegar al cliente de una manera más eficaz.
Tendencias y futuro
Durante el evento se presentó el “Estudio 360 grados de la gestión y explotación del dato”. Estudio en el que se destaca que, entre los objetivos prioritarios de la dirección general en torno al gobierno y gestión del dato para el año 2020 figura garantizar la calidad del dato de los clientes, seguido por una integración más ágil de la información dispersa en diferentes canales o contar con modelos predictivos y herramientas que centralicen el gobierno de los datos.
José Andrés García, regional VP sales, Iberia & LATAM de Denodo, destacó que el nivel de complejidad va a ser cada vez mayor por la tipología de los datos y por la complejidad analítica. Porque, tal y como remarcó, las empresas antes contaban con lagos de datos, pero ahora hay múltiples lagos, junto al impacto de la profundidad y seguridad de los datos. Un entorno con el que hay que convivir, dijo, “en la medida en la que con una sola arquitectura es prácticamente imposible dar una solución a todos los requerimientos del dato». Por ello, García considera que el logical data warehouse es una respuesta para evitar situaciones comprometidas.
David Castelló, socio de Data & Analytics de EY, resaltó que entre las prioridades de los directivos no figuran la confiabilidad ni la ética, mientras expresaba su preocupación por establecer un mecanismo de control para ver si lo que estamos haciendo va en línea de lo que deseamos.
Otros datos que se desprenden del estudio apuntan a que la variedad de fuentes de datos dispersos afecta la calidad de los informes, ya que a veces se generan incoherencias en informes obtenidos por distintos equipos.
Por otro lado, el 50 % de la alta dirección muestra interés por implementar la virtualización de datos como una opción eficiente y económica para la integración de datos, aunque no de manera inmediata. Un 15 % quiere hacerlo en 2020. La negativa a llevarlo a cabo viene de la mano del 35 %.
El reto del CDO
Los retos del CDO también tuvieron su protagonismo en el evento.Esta figura se ha implantado en muchas ocasiones un poco por obligación, por la gran regulación que hay en el mundo de la banca. Así lo manifestaba Julio Valero, senior data manager del Banco Santander. Si bien Jesús Armand Calejero, CDO de Funidelia, hablaba de la dificultad de explicar que esta figura directiva «no es un policía sino un ayudante a la hora de definir la información y cómo cumplir la normativa».
Calejero reconoció que “compartir datos entre diferentes áreas es un proceso muy rico y el CDO es un agente del cambio que puede mejorar los procesos, ayudar a los datos a ser más productivos en un ámbito en el que el CDO ayuda a definirlos, pero la empresa es la responsable de la información”.
¿Cuáles son las claves? Para Julio Valero es fundamental demostrar a la alta dirección el valor de lo que se está haciendo. Ayudarles a visualizar el cambio para que se involucren en el mismo.
En cuanto a los pasos para formar un CDO, pasan por definir los procedimientos para la gobernanza del dato con roles de los procesos que deban apoyar. Así como poner coto y directrices de control a la información y encontrar un caso de éxito en el que apoyarse.
Otra de las cuestiones planteadas fue si lo ideal era recurrir a herramientas propias o de terceros y, aunque en mayor o menor medida todos cuentan con herramientas propias, se abren a la adquisición de software externo que se ajustan al modelo de la empresa, si bien reconocen que no hay una tecnología para todo.
En definitiva, llevar la cultura del dato a toda la organización, siendo muy importante la alta dirección.
Política robusta del gobierno del dato
Daniel Martínez, RSI rural servicios informáticos de Caja Rural, consideraba que el gobierno del dato es una disciplina transversal en la que la participación de toda la compañía es clave. ¿Dónde encaja? Depende del sector y de la madurez de las compañías, respondía. “Unos modelos de organización van a formar parte más de la parte regulatoria y otros corresponderán al CDO. En Caja Rural el responsable del gobierno del dato es el CDO, quien dirige el smart data.
En el entorno del gobierno del dato el tamaño de la compañía sí importa. Así lo afirmaba Rubén Gallardo, CDO de Mapfre Salud Digital, quien comentó que «en las empresas donde las fuentes de datos están repartidas, la tecnología sufre a la hora de controlar toda la cadena de valor del dato».
Francisco García, head of data gobernance de Orange, hizo alusión al inmenso conocimiento que se puede adquirir de los datos. Datos de los que, por otra parte, recordó que «no sirven si no aseguramos su calidad o no preservamos la privacidad de los clientes», por poner algunos ejemplos. Por ello, advirtió que “hay que asegurar que los científicos de datos pueden acceder al dato que necesitan y saben dónde está localizado”.
El consentimiento en el entorno regulatorio es, según Daniel Martínez, brutal, sobre todo en el mundo financiero, en el que se han reforzado todos los derechos individuales: desde la portabilidad de los datos, pasando por el derecho al olvido o informar a un cliente sobre los datos que la empresa dispone del mismo, entre otros. “En banca no cumplir no es una opción, pero hay que aprovechar las normativas para mejorar la calidad de los datos”, aseguró.
Y entre los retos Rubén Gallardo señaló que el dato tiene que ayudar a gestionar los picos de información. “Hay que conseguir pensar en los datos desde el punto de vista de cómo dar valor al usuario más que al negocio”, reivindicó.
Francisco García finalizó diciendo que “hay que dedicar más recursos y medir para ver dónde estamos, dónde queremos ir, qué herramientas necesitamos y a qué personas ponemos al frente del dato”.
En relación al gobierno del dato la compañía Anjana Data presentó su nueva solución de gobierno del dato para la era del big data y multicloud. Una herramienta disruptiva tal y como comentó Ana Melcón, responsable de desarrollo y producto, diseñada para ayudar a las organizaciones en su estrategia de datos, implementando una nueva visión de Gobierno.
Melcón destacó que esta, además, usa tecnologías open-source punteras y consolidadas sobre una arquitectura modular orientada a servicios. Una solución innovadora, con actualizaciones constantes y soporte profesional, con formación especializada y precios flexibles, añadió.
Inma Elizalde