Quizás Linux no sea el sistema operativo más conocido o utilizado entre los usuarios finales, pero desde luego, la mayoría de las empresas, lo prefieren y las grandes compañías de todo el mundo confían en este sistema operativo para el funcionamiento de sus servidores.
Según el último estudio de la Fundación Linux sobre el sistema operativo en el mundo empresarial, el 75 % de las compañías confían en el software creado por Linus Torvalds para sus servidores por su seguridad. Cerca del 80 % de las compañías que lo utilizan ven en Linux un sistema operativo más fiable que el resto. Además, más allá de las cifras, resulta significativo que en lugares como la NASA, el CERN o en las instalaciones de la mismísima Google sea Linux – y no otro – el sistema operativo elegido. ‘Open source’ al poder como símbolo de seguridad en tu empresa.
Enmendar y eliminar los errores de Linux
En 2007 un colaborador de Linus Torvalds, Andrew Morton, se propuso acabar con las vulnerabilidades y errores del sistema operativo. La obsesión de Morton en estos últimos ocho años no ha sido otra que enmendar los fallos de Linux y en todo ese tiempo, el código del sistema operativo ha crecido en varios millones de líneas de código entre las que hay miles de parches y nuevas características. Esta iniciativa ha servido para que Linux sea un sistema operativo más seguro que la mayoría, tanto comerciales como de código abierto.
El estándar de calidad en materia de seguridad en un sistema operativo comercial se suele marcar en un defecto por cada mil líneas de código. Linux logra pulverizar la marca con 0,55 errores por cada mil líneas en julio del pasado año.
El código abierto es la clave
Detrás de la seguridad en el código de Linux se encuentra, precisamente, su carácter abierto. Con más de cuatro mil desarrolladores contribuyendo a la última versión del proyecto, los entresijos del sistema operativo tienen sobre sí un ejército de ojos que buscan fallos y posibles vulnerabilidades.
Esa es una de las lecciones que Linux puede dar a otros sistemas operativos. La comunidad que hay detrás del suyo mantiene de forma constante su código fuente. De esta forma, sus miembros pueden detectar vulnerabilidades en las líneas de código y trabajar en su eliminación, algo que con sistemas operativos como Windows resulta impensable ya que, ante cualquier vulnerabilidad en el ‘software’ de Microsoft, toca esperar a que llegue el parche correspondiente de la propia compañía.