Galanta, una pequeña ciudad de unos 15.000 habitantes cerca de Bratislava, fue la localidad elegida por Samsung para instalar su nueva fábrica de pantallas, la primera de Europa. Esta nueva planta, la cual lleva produciendo desde agosto de 2022 y está especializada en la fabricación de paneles para las pantallas The Wall y las soluciones basadas en LED, es la materialización de la apuesta de Samsung por “Made in Europe for Europe”. Una estrategia con la que la multinacional coreana busca, por un lado, reducir su dependencia de Asia y, por otro lado, mejorar su eficiencia, plazos de entrega y flexibilidad con el fin de responder a la demanda existente.
Como aseguran desde Samsung, la producción de este producto en Europa permite a la compañía mitigar problemas relacionados con la logística o con la cadena de suministro, los cuales han tenido gran protagonismo en los últimos años. Además, les permite ser conscientes de las emisiones de carbono, así como reducirlas, ya que la fabricación se encuentra dividida en áreas localizadas más pequeñas y no en un punto central. También supone una ventaja a la hora de trasladar las pantallas para su reparación y posterior envío al cliente, mejorando así el servicio posventa.
Proceso y controles
La fábrica de Eslovaquia es la tercera en el mundo que produce The Wall. Una se encuentra en Vietnam, la cual produce para Asia, y la otra está situada en México para dar respuesta a la demanda del mercado americano. La planta cuenta con una maquinaria avanzada para el proceso de fabricación y con unos exhaustivos controles de calidad. Concretamente Samsung somete a The Wall a un total de 10 controles de calidad, al igual que al resto de sus productos prémium, con el fin de garantizar el máximo nivel de calidad.
El proceso de fabricación, en el que la tecnología más avanzada y las personas trabajan de la mano, cuenta con un alto nivel de precisión en las diferentes fases. La primera, en la que se fabrican los paneles LED, está prácticamente automatizada en su totalidad, aunque la supervisión humana es factor clave. Ya en la segunda fase, la de montaje, el factor humano cobra especial importancia tanto en la parte de ensamblaje de los diferentes paneles como en el control de calidad.
Las pantallas The Wall emplean tecnología MicroLED, una tecnología extremadamente fina y delicada para la que Samsung ha desarrollado una nueva manera de transferir los diodos a la placa, así como el proceso black seal technology, gracias al cual la multinacional consigue ofrecer a este producto prémium colores más puros y mejores contrastes.
Cabe destacar que el número de píxeles por módulo varía según el modelo. En este sentido The Wall IWA P0.8 dispone de 129.000 píxeles, mientras que el modelo P1.2 cuenta con 57.600 píxeles y el modelo P1.6 tiene 32.000 píxeles. El nombre de estos modelos viene determinado por la distancia entre los diodos y, actualmente, el modelo 0,8 mm es el de más alta calidad ya que proporciona una experiencia de imagen única.
El mercado
Samsung desarrolló The Wall para ser utilizado en un amplio abanico de sectores y verticales como, por ejemplo, automoción, retail, hospitality, empresas, salas de control, educación o producción virtual. Esto es posible porque se trata de un producto fácil de configurar, en lo que a forma y tamaño se refiere, y de adaptarse a las necesidades de los clientes gracias a su diseño flexible.
La fábrica Samsung Electronics Slovakia (SESK) consiguió producir algo más del 40 % de la demanda europea desde su apertura hasta finales de 2022. Cifra que se ha incrementado durante 2023, año en el que se está rozando el 90 % de la producción europea.
Estas cifras no sorprenden ya que, en Europa, la multinacional coreana tiene una cuota de mercado del 39 % en lámparas sub-2 mm, cuota que procede, en la mayor parte, de la gama The Wall. Además, más del 50 % de ventas LED de Samsung en Europa durante 2023 proceden de este producto, un porcentaje que en el caso de España es muy similar.