El fuerte empujón que está proporcionando la IA a las empresas se aprecia en las compañías pioneras en la misma, con mejoras en su rendimiento de hasta un 20 % de las ganancias en tan sólo 18 y 36 meses. La mayor parte del valor generado por las mismas viene derivado del desarrollo de software, el soporte al cliente, ventas y marketing, desarrollo o mejora de productos y operaciones internas, según datos extraídos de un informe de Bain & Company en el que también se destaca que el número de grandes empresas que invierten más de 100 millones de dólares en la implementación de IA se ha más que duplicado en el último año.
¿Qué papel está jugando España? Alberto Requena, socio de Bain & Company, destaca que varias empresas españolas están, además de considerando llevar a cabo movimientos importantes en este sentido, también pruebas de concepto, aunque sólo algunas han convertido a esta tecnología en una prioridad con planes y KPI específicos para medir su progreso en áreas como el coding, donde se observa un ahorro de hasta el 50 % del tiempo de desarrollo de código, impulsado por los mismos empleados; la gestión del conocimiento interno y áreas de servicio al cliente.
Las expectativas son inmejorables, según el informe, con un mercado de hardware y software relacionado con la IA que alcanzará entre los 780 mil millones y 990 mil millones de dólares para 2027. Una expansión que, apuntan, será impulsada por el aumento de los centros de datos y el creciente uso de IA generativa en el ámbito empresarial. En este sentido tanto los grandes centros de datos como los pequeños se verán beneficiados: los grandes, que actualmente operan con potencias de entre 50 y 200 megavatios, podrían expandirse a 1 gigavatio o más, lo que impactaría en la infraestructura, la producción de energía y las valoraciones del mercado. Los más pequeños también se verán influenciados por estos cambios, al tiempo que el edge computing evolucionará con modelos específicos para dominios, optimizados para respuestas rápidas y menor latencia, afectando al consumo de energía, a la sostenibilidad ambiental y a las cadenas de suministro industriales. Las demandas de energía para estos centros competirán con otros sectores como los vehículos eléctricos, lo que ejercerá presión sobre la red eléctrica, señalan en el estudio.
El problema podría venir de una nueva escasez de chips, alertan, ya que el aumento de la demanda de GPU podría aumentar la demanda de algunos componentes claves en más de un 30 % para 2026. Y si la demanda se duplicara, los proveedores tendrían que aumentar en gran medida su capacidad de producción, generando tensiones en las cadenas de suministro y desencadenando la escasez de chips que afectaría a smartphones y ordenadores.
El papel del CIO
“A medida que las compañías pasan de la experimentación a la implementación a gran escala de soluciones de IA, los directores de tecnología deberán integrar la IA en todos los aspectos de sus operaciones para seguir siendo competitivos. La IA generativa impulsa esta transformación, pero para capturar valor y adaptarse a un entorno en constante cambio, las empresas necesitan ajustar sus procesos operativos de manera efectiva”, señala Requena.