Un nuevo informe publicado por Capgemini lanza una advertencia clara: el rápido avance de la computación cuántica amenaza con dejar obsoletos los algoritmos de cifrado actuales. La creciente preocupación por los ataques del tipo “recolectar ahora, descifrar después”, junto con el endurecimiento de las normativas y el ritmo de evolución tecnológica, está acelerando la necesidad de adoptar medidas de seguridad cuántica.
Según el estudio, un 65 % de las organizaciones ya muestra inquietud ante esta nueva clase de ataques, que consisten en capturar hoy información cifrada con la intención de descifrarla en el futuro, cuando los ordenadores cuánticos sean lo suficientemente potentes. Aunque esa capacidad aún no se ha alcanzado, el riesgo es cada vez más real: una de cada seis empresas pioneras cree que el temido “Día Q” (cuando los sistemas actuales de cifrado quedarán expuestos) llegará en menos de cinco años. Por su parte, el 60 % de las organizaciones estima que ocurrirá antes de una década.
“La preparación cuántica no consiste en predecir una fecha, sino en gestionar un riesgo irreversible”, explica Marco Pereira, responsable global de ciberseguridad en servicios de infraestructura en la nube de Capgemini. “Cada activo cifrado hoy podría convertirse en una brecha de seguridad mañana si se retrasa la adopción de protecciones post-cuánticas”.
Ante este escenario, la criptografía post-cuántica (PQC) se perfila como la estrategia preferida por las organizaciones para hacer frente a las amenazas emergentes. Según el informe, siete de cada diez empresas ya están aplicando una combinación de algoritmos de PQC, considerada una solución eficaz y flexible a corto plazo. De hecho, casi la mitad de las compañías pioneras en esta materia se encuentran actualmente explorando, evaluando o poniendo a prueba estas tecnologías.
Las exigencias regulatorias también juegan un papel clave en esta transición: para el 70 % de las organizaciones, cumplir con las nuevas normativas en ciberseguridad es un factor determinante a la hora de adoptar criptografía post-cuántica. Sin embargo, un 30 % de las empresas aún no ha iniciado este camino, debido principalmente a la falta de presupuesto y personal especializado.
El estudio también identifica diferencias entre sectores: áreas de alto riesgo como defensa y banca están liderando la adopción de soluciones cuánticas, mientras que otras más centradas en el consumidor, como retail y productos de consumo, muestran menor urgencia, lo que podría dejarlas más expuestas en el futuro.
Capgemini concluye que la seguridad cuántica no debe verse como un gasto adicional, sino como una inversión estratégica. Aquellas organizaciones que actúen con antelación estarán mejor posicionadas para mitigar riesgos, cumplir con la regulación y convertir la ciberseguridad en una ventaja competitiva en un entorno cada vez más complejo y tecnológico.