La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha intensificado los conflictos comerciales. El último país en anunciar acciones ha sido China, quien acaba de responder a Estados Unidos con una serie de medidas dirigidas a empresas tecnológicas, como Google, agrícolas o de moda. Este anuncio se ha producido apenas unos minutos después de que se comenzasen a aplicar los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos a productos chinos.
Tal y como publica Reuters, el Ministerio de Comercio de China anunció que ha incluido a PVH, la empresa matriz de marcas como Calvin Klein y Tommy Hilfiger, así como a la firma estadounidense de biotecnología Illumina, en su lista de «entidades poco fiables». Según el ministerio, ambas compañías adoptaron lo que calificó como «medidas discriminatorias contra empresas chinas», las cuales, a su juicio, «perjudicaron» los derechos e intereses legítimos de las empresas de China.
Esta medida subraya el aumento de las tensiones comerciales y las políticas proteccionistas entre ambas naciones. Las empresas incluidas en esta «lista negra» podrían enfrentarse a sanciones severas, como multas, congelación de intercambios comerciales y la revocación de permisos de trabajo para su personal extranjero.
Mención especial para Google. Según la Administración General de Supervisión del Mercado de China, la firma se encuentra bajo sospecha por violar la ley antimonopolio del país asiático, quien ha decidido abrir una investigación. El organismo no ha dado más detalles sobre esta acción ni sobre de qué manera Google habría violado la legislación china.
Los productos de Google, incluido su motor de búsqueda, están bloqueados en China debido a las restricciones del gobierno chino sobre los servicios de internet extranjeros. Esta limitación ha impedido a la compañía operar a plena capacidad en uno de los mercados más grandes del mundo. A pesar de esto, Google mantiene algunas operaciones limitadas en el país, como su plataforma de publicidad y sus servicios de nube, pero sus ingresos derivados de China representan solo alrededor del 1 % de sus ventas globales. Esta cifra subraya la importancia relativamente baja de China en el panorama financiero de Google, a pesar del potencial de crecimiento en la región.
China también ha anunciado aranceles del 10 % sobre equipos agrícolas y ciertos vehículos de gran motor importados desde Estados Unidos, lo que podría afectar a empresas como Caterpillar, Deere & Co, AGCO y Tesla. En particular, el Cybertruck de Tesla, promocionado en China, podría tener que hacer frente a este arancel si se clasifica como camión eléctrico, en lugar de automóvil de pasajeros.
Hasta ahora, las restricciones comerciales entre Estados Unidos y China se habían centrado principalmente en el sector tecnológico. Durante la presidencia de Joe Biden se implementaron medidas para limitar el acceso de China a semiconductores avanzados. En diciembre, China lanzó una investigación contra Nvidia por presunta violación de su ley antimonopolio, una acción interpretada como una represalia ante las restricciones impuestas por Washington al sector de semiconductores chino. Además, los productos de Intel vendidos en China fueron objeto de una revisión de seguridad a finales del año pasado por parte de un influyente grupo industrial chino, lo que pone de manifiesto el creciente enfoque de Pekín en el control de las tecnologías extranjeras.