“Queremos que sea el año de la adopción de Windows Server 2012 en el canal”. Aunque en el horizonte ya casi se vislumbre la aparición del Windows 8, no olvida Microsoft que hay negocio mucho más allá de su producto “estrella”. Y por ello, ha decidido atacar con fuerza en el trimestre que inaugura su año fiscal en el ámbito del servidor; y por ende, el centro de datos y la virtualización. Y, por supuesto, la nube. Luis Miguel García de la Oliva, director de la unidad de negocio de Servidores y Plataformas de Microsoft Ibérica, enumeró las bondades de la nueva versión que tendrá a los 3.500 partners con los que la multinacional cuenta en esta parte de negocio como su fuerza de venta esencial. Para incitarlo, va a llevar a cabo un road show por cinco ciudades españolas y realizará presentaciones en Madrid y Barcelona. La intención es que, en el plazo de un año, los 3.500 partners tengan contacto con el producto. Microsoft potenciará el uso de su sala cloud consagrada a Windows Server y pondrá mucho foco en las comunidades técnicas. La nube se afianza como el pilar de la nueva versión. “Windows Server 2012 supone un antes y un después en la visión de la infraestructura con la que cuenta la empresa y supone ir mucho más allá del concepto de virtualización para acceder a la nube privada”, resumió. Integrando el nuevo Server, aseguró, las empresas pueden desplegar el modelo de nube que deseen, “incluso volver atrás si así lo necesitan”, manteniendo entornos tradicionales que se combinan aplicaciones en la nube. “Con este producto, las empresas pueden convertir sus centro de infraestructura en centros de servicio: pueden construir un centro de datos sin límite”.
Menos versiones, nuevo licenciamiento
García destacó, dentro de las posibilidades del nuevo producto, su capacidad de gestionar múltiples servidores como si fueran uno solo; el menor tiempo de gestión que se requiere y las facilidades que se le dan al administrador. “Democratiza el uso de la infraestructura dentro de una empresa”.
La marca ha definido 4 versiones del producto, lo que simplifica las opciones. Para la pyme, hay dos: Foundation (menos de 15 usuarios) y Essentials (hasta 25 usuarios), ambas sin capacidades para virtualizar y con limitaciones en su capacidad. Las dos opciones superiores se reparten entre la Standard, que permite desarrollar dos instancias virtuales; y Data Center, que no tiene límites en este aspecto. Desaparece, por tanto, la versión Enterprise y la marca introduce un licenciamiento más sencillo en el que se contabiliza el procesador y el usuario, por lo que “sólo se paga por lo que se utiliza”. La pequeña subida en el precio de la versión Standard la explicó García de la Oliva por “las múltiples capacidades que presenta el producto y el aumento en las instancias virtuales”.
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