El 69% de las aplicaciones para “smart phones” y otros dispositivos móviles se ponen en operación sin haberlas probado antes.
Según Micro Focus el “go to market” de las Apps es extremo. “Prima la velocidad y el precio sobre cualquier otro factor y las empresas están empezando a aprender de sus errores con un coste nada despreciable, especialmente en las aplicaciones dirigidas a los consumidores”.
El problema es menor cuando se trata de aplicaciones empresariales de acceso móvil “en estos casos se parte de unos estándares de calidad y fiabilidad contrastados y se exige que la Apps los mantenga, También hay menos urgencia”. No ocurre los mismo con las Apps comerciales, con las tiendas online móviles, aquí los fallos son habituales “y cuando un usuario se frustra, no vuelve a visitar la página, con lo que se pierden oportunidades de venta”.
Para Micro Focus, el proceso de prueba debe abarcar todo el ciclo d e desarrollo de la aplicación, “no sólo la última fase”, y debe incluir un testing que simule la operativa del usuario sobre todo tipo de dispositivos, tamaños y resoluciones de pantallas y sistemas operativos, algo que casa día es más complejo en un mercado en el que cada día salen al mercado nuevos modelos y nuevas versiones de los sistema operativos.
Según diferentes analistas las descargas de aplicaciones móviles pasarán de los 30.1 mil millones en 2011 a más de 200 mil millones en 2016. La razón de este boom se justifica tanto en los cambios experimentados en los hábitos de consumo y la manera como nos socializamos, como en el desarrollo de nuevos canales para buscar información, leer las noticias o consultar las cuentas bancarias.
Según Borland, una compañçia de Micro Focus, poco a poco la presión se traslada de los departamentos de TI a otros como marketing y ventas, que tienen que ofrecer nuevas aplicaciones móviles que sean capaces de satisfacer las nuevas necesidades del usuario final. Sin embargo, estos “desarrolladores no profesionales” a menudo evitan o reducen el tiempo necesario para el testing crítico, con el fin de cumplir los plazos cada vez más cortos de entrega o, simplemente, porque no son conscientes de los riesgos que conlleva esta omisión.
Para ayudar a evitar estos errores, Borland ha identificado cinco claves para que los profesionales no expertos en desarrollo, puedan ofrecer aplicaciones móviles seguras y fiables.
Tiempo de prueba es igual a tiempo de reparación, asegurar las condiciones de la aplicación, priorizar las pruebas, reutilizar las pruebas ahorra tiempo y dinero y observar los todos los datos mejora la calidad.