La mayoría de las empresas españolas tienen un armario, o servidor, en un rincón de la oficina, que se ha convertido en el vertedero donde termina toda la información que nadie sabe qué hacer con ella, tanto en papel, como en formato digital. Sin embargo, muchos creen que la información contenida en ese armario podría tener un valor potencial, por lo que no se tira nada.
Son muchos los que viven una cultura de “lo guardo por si acaso”. De hecho, según un reciente estudio, España es el sexto país en EMEA con el mayor volumen de datos no identificados (alrededor de un 55 %). Esto resulta en un creciente número de “datos oscuros” o, lo que es lo mismo, datos cuyo valor no ha sido identificado. La situación es motivo de preocupaciones, ya que el potencial que se encierra en estos diamantes escondidos – que podría potencialmente ser utilizado para ventaja competitiva – está acumulando polvo.
Con el fin de desenmascarar el verdadero potencial de este valioso activo, existe un número de recursos, habilidades y herramientas que faltan. En primer lugar, las empresas tienen que entender qué información tienen, cómo se está usando y cómo circula por la compañía. Esto ayudaría a que las empresas pudieran reconocer en qué punto son más valiosos y vulnerables el conocimiento y la inteligencia. Las empresas españolas se han dado cuenta de esta carencia en conocimiento y análisis, lo que se traduce en una creciente necesidad de analistas de datos, capaces de quitar el polvo a la información y extraer su valor.
En noviembre del año pasado se celebró en Madrid una jornada organizada en la MBIT School, en la que se afirmaba que entre los nuevos perfiles profesionales más solicitados en la economía digital, destacan técnicos de sistemas virtuales o en Cloud, desarrolladores de inteligencia artificial y analistas de datos o Data Scientists, entre otros. Es la misma conclusión a la que se llegó en el Foro Económico Mundial (World Economic Forum), resultante en un informe – basado en un estudio que encuestaba a ejecutivos de más de 350 compañías de las 15 mayores economías del mundo – que afirmaba que el mercado del empleo se va a transformar radicalmente. Los empleos más demandados serán todos aquellos relacionados con los nuevos avances tecnológicos, como los analistas de datos, los especialistas en la nube y en el Internet de las Cosas.
La ciencia de datos está convirtiéndose rápidamente en una herramienta crítica para el crecimiento del negocio. Sin embargo, nuestro reciente estudio llevado a cabo por PwC, revelaba que más del 25 % de los encuestados, no emplean a analistas de datos para extraer valor de la información o carecen de las habilidades necesarias para: interpretar los datos, aplicar el conocimiento necesario para convertir la información en hechos listos para tomar decisiones, hacer campañas de marketing a medida o mejorar procesos. En definitiva, una innovación que pueda proporcionar un “retorno de la información”.
Esto es motivo particular de preocupación al descubrir, en nuestro estudio, que solo un 4 % de las empresas son capaces de extraer el valor completo de la información que tienen y, como resultado, el 23 % de las empresas europeas y norteamericanas encuestadas, afirman no obtener ningún beneficio de su información. Así que, ¿por qué las empresas europeas no están haciendo más para mejorar y ganar en ventaja competitiva, a partir de su información? Dado que el 72 % de los empresarios españoles creen que están sacando el máximo partido de su información, hay una desconexión notable y evidente.
Aunque el riesgo y la seguridad de la información siguen siendo importantes, ya no se trata solo de encerrar la información para mantenerla a salvo de brechas de datos. Se trata de encontrar un equilibrio entre gestionar el riesgo de la información y extraer su valor para garantizar que, la adecuada, llegue a aquellos empleados con las habilidades justas y usarla como conocimiento útil para tomar decisiones empresariales.
Al explotar el potencial de los analistas de datos que entienden la estrategia del negocio, usando herramientas que ya están disponibles y fomentando una cultura de usar la información para respaldar la toma de decisiones, las empresas tienen el potencial de crecer exponencialmente.
En un mundo digital las 24 horas del día todos los días del año, la información es conocimiento y el conocimiento es poder, lo que significa que nunca ha sido más importante aprovecharla, usarla y protegerla, como cualquier otro activo de la empresa. Las empresas que no estén pensando en cómo aprovechar el valor de la información hoy en día, se pueden encontrar bajando posiciones en beneficio de sus competidores e incluso quedándose obsoletas.