La inteligencia artificial ha pasado en 2025 de ser una apuesta tecnológica a convertirse en el eje central de la estrategia corporativa en la mayoría de las organizaciones españolas. Un estudio de Boston Consulting Group sitúa al 81 % de las compañías colocando la IA entre sus tres prioridades estratégicas. Y un informe del ONTSI señala que el 78 % de los profesionales demanda formación en tecnologías digitales, incluida la IA, para adaptarse a esta nueva etapa. Este contexto refuerza el valor creciente de los datos como activo estratégico, no solo en el desarrollo y adopción de inteligencia artificial, sino también en la transformación de las organizaciones que buscan ser realmente data-driven.
Así, según la consultora tecnológica española Quantion, entre los retos relacionados con la gestión del dato y las tendencias que marcarán su evolución en 2026, la IA generativa está reconfigurando en gran medida las arquitecturas de datos. Tecnologías como las bases de datos vectoriales, los grafos de conocimiento y los datos semánticos ganan protagonismo como piezas clave para construir soluciones robustas. Y enfoques como data mesh o lakebase se consolidan para darles soporte. Todo ello se suma al desafío creciente del procesamiento en tiempo real, que exige infraestructuras capaces de manejar flujos continuos sin sacrificar calidad ni gobernanza.
Entre las innovaciones con mayor potencial, la consultora destaca el avance de los data agents: agentes inteligentes capaces de transformar preguntas formuladas en lenguaje natural en consultas complejas contra múltiples bases de datos y documentos.
De cara a 2026 el gran reto será integrar ordenadamente todas estas innovaciones en plataformas corporativas de datos que sean robustas, escalables y gobernadas. La gobernanza se vuelve, según la compañía, más relevante que nunca: los principios clásicos, como calidad o seguridad, deben adaptarse a un entorno donde conviven datos estructurados, vectoriales, semánticos, en streaming y documentos no estructurados. Sin una base sólida, advierten desde la consultora, la IA generativa corre el riesgo de quedarse en experimentos sin impacto real.
En 2025, la inteligencia artificial se ha convertido en un pilar estratégico para las empresas españolas: el 81% ya la sitúa entre sus principales prioridades. Al mismo tiempo, el 78% de los profesionales demanda formación digital para adaptarse a este nuevo escenario.
Esta aceleración ha puesto el foco en un elemento clave: la gestión del dato. Sin una base sólida, gobernada y accesible, la IA generativa no puede ofrecer impacto real en el negocio.
Quantion ha analizado las tendencias que marcarán la evolución del dato de cara a 2026, un año que se perfila decisivo. Tecnologías como bases de datos vectoriales, grafos de conocimiento o datos semánticos están redefiniendo las arquitecturas de información, mientras que la aparición de data agents promete democratizar el acceso al análisis y acercarnos, por fin, al paradigma data driven.
La gobernanza vuelve al centro del debate: convivimos con datos estructurados, vectoriales, semánticos, en streaming y documentos no estructurados. Integrar todo esto de forma ordenada será el gran reto para construir plataformas corporativas robustas y escalables.
El futuro inmediato pasa por transformar este volumen creciente de datos en una verdadera ventaja competitiva. Las empresas que logren absorber innovación sin perder control ni coherencia serán las que marquen el ritmo en los próximos años.











