El informe “De CIO a CXO”, llevado a cabo por LiceoTIC, deja entrever una dura realidad para el CIO: su rol se ha convertido en uno de los más inestables y desafiantes dentro de la alta dirección, sometidos, además, a una gran presión. Con una edad media de 48 años y una permanencia de apenas 4,5 años en el cargo, el futuro profesional de estos directivos depende cada vez más de su capacidad para evolucionar hacia roles más estratégicos, como el de CEO o consejero, destaca el estudio. Otro dato contundente: solo el 30 % de los mismos consigue llegar a la jubilación (65 años) manteniéndose en un puesto ejecutivo, cifra que refleja la alta rotación y la presión constante a la que están sometidos, especialmente en sectores altamente tecnológicos y de rápida evolución.
La duración media en el puesto de CIO es de apenas 4,5 años, cifra varía en función del sector. En industrias tecnológicas o de telecomunicaciones, la presión por innovar y adaptarse hace que la rotación sea más alta. En sectores más tradicionales o estables, como el energético o el financiero, suelen tener una mayor longevidad en el cargo, al ser los proyectos de largo plazo y la continuidad estratégica clave.
El informe también analiza cómo la edad afecta directamente las probabilidades de ser contratado como CIO en un nuevo proceso de selección. Un CIO de 50 años tiene una posibilidad de éxito de uno entre diez. A los 55 años, esta probabilidad baja a 1 entre 18. A los 60 años, las probabilidades son de apenas 1 entre 40. Este factor de edad refleja la percepción del mercado, que tiende a asociar la capacidad de adaptación tecnológica con perfiles más jóvenes, especialmente en entornos donde la innovación es una constante.
La empleabilidad de un CIO no solo depende de su experiencia, también de la evolución económica, las tendencias tecnológicas predominantes y el grado de digitalización de las empresas. En sectores más tecnológicos y en crecimiento, las empresas suelen buscar CIO más jóvenes, mientras que en sectores tradicionales, la experiencia y visión estratégica son activos más valorados, permitiendo mayores oportunidades a perfiles senior.
LiceoTIC también analiza el proceso de evolución profesional que permite a algunos CIO alcanzar roles como CEO o consejero. El informe destaca que solo tres de cada diez forman parte del comité ejecutivo de sus organizaciones, lo que evidencia que el papel estratégico de estos profesionales todavía no ha alcanzado el nivel de influencia que su responsabilidad merece. El estudio identifica una serie de habilidades clave que deben desarrollar para optar a este tipo de posiciones de alto nivel dentro de la organización: ampliar su visión de negocio más allá de la tecnología, cultivar un liderazgo transformador, adoptar una mentalidad estratégica centrada en el valor empresarial, profundizar en el conocimiento específico de su sector, construir redes de contacto sólidas a nivel ejecutivo y demostrar un impacto tangible en los resultados del negocio.
Para los CIO que aspiran a ser miembros de consejos asesores o consejos de administración, el informe destaca que la formación avanzada, la experiencia directa en gestión de P&L y las habilidades de comunicación estratégica son fundamentales para lograrlo.
Desde LiceoTIC, su CEO, Jordi Damià, señala que el informe “De CIO a CXO” refleja una verdad incómoda: ser CIO es uno de los puestos más exigentes y de mayor desgaste dentro de la C-Suite. “Si no amplían su visión estratégica y de negocio, corren el riesgo de quedarse fuera de las decisiones clave y de limitar sus opciones de crecimiento profesional. Desde LiceoTIC, nuestro compromiso es ayudarles a romper ese techo de cristal y prepararse para ocupar posiciones de máxima relevancia en sus organizaciones”.