18 de las 30 principales economías nacionales del mundo presentan un desajuste severo donde los elevados índices de desempleo no impiden que queden miles de vacantes laborales sin cubrir, porque el mercado no ofrece los profesionales con las capacidades y habilidades que se demandan. Esta es una de las principales conclusiones del Hays Global Skills Index 2013, elaborado por la multinacional británica Hays en colaboración con Oxford Economics, dado a conocer este mes.
Según el informe, en muchos mercados, los profesionales disponibles no cumplen los requisitos y aptitudes que las empresas están buscando. El estudio muestra también un gap entre los salarios de los profesionales de industrias altamente cualificadas y los profesionales cualificados de otros sectores, que tienen un margen de negociación salarial mucho menor. España se sitúa entre los países que sufren estos desajustes que tienen su origen en factores como el paro estructural y la baja flexibilidad del sistema educativo.
El informe, titulado “El gran desajuste de talento” ofrece el análisis de los mercados laborales profesionales en las 30 principales economías del mundo y destaca la necesidad de que las empresas y gobiernos trabajen juntos para construir un proyecto común que aborde el desarrollo de las aptitudes profesionales adecuadas que favorezcan la recuperación y un crecimiento sostenibles.
Según el estudio, la profundidad de la recesión no explica las causas fundamentales del desempleo ni por qué el mercado laboral no proporciona los profesionales con las aptitudes que necesitan las empresas. En este sentido, los países más afectados por la crisis, como es el caso de España, tienen las mismas posibilidades de aportar empleados con las aptitudes necesarias que las economías más fuertes.
El problema del desajuste de talento afecta a varios continentes. Por países, la situación es particularmente seria en EEUU, que lucha por recuperarse sin empleo. Le siguen España, Portugal e Irlanda, todos ellos afectados por la crisis de la Eurozona. Por su parte, Japón, combate la estancación y deflación económica, mientras que en el Reino Unido la recuperación económica se ve amenazada por la escasez de aptitudes en múltiples industrias.
Al comentar las conclusiones del Informe, Christopher Dottie, Director General de Hays afirma que “El Índice Global de Aptitudes de Hays pone en primera línea la gran paradoja a la que asisten los mercados laborales cualificados de todo el mundo: las empresas tienen dificultades para encontrar suficientes candidatos con el conjunto de aptitudes necesarias para las posiciones que ofrecen, incluso cuando millones de personas permanecen desempleadas. Es muy fácil echar la culpa del desempleo a la crisis global, pero el problema va más allá. La cuestión es saber qué pueden hacer los gobiernos y las empresas para desarrollar proyectos que faciliten el desarrollo del talento y aseguren la prosperidad.”
El Informe identifica resultados positivos en numerosos mercados, pero alerta sobre la necesidad de que los gobiernos y la comunidad empresarial tomen medidas para acabar con la escasez de aptitudes, permitiendo que los mercados laborales cualificados operen de manera más flexible, alineando más estrechamente la política educativa con las necesidades económicas y asegurando que el mayor número de trabajadores cualificados, de todas las generaciones, formen parte del mercado laboral.
España: desaprovechamiento crónico de talento y sistema educativo descoordinado
El Índice Global de Aptitudes Hays 2013 establece una puntuación para cada país entre 0 y 10 para medir las restricciones y fricciones afrontadas por los mercados de trabajo cualificado. Se calcula en base al análisis de 7 componentes, que cubren áreas como: niveles de educación, flexibilidad del mercado laboral y presión salarial de candidatos altamente cualificados.
Una puntuación por encima de 5 sugiere que las empresas afrontan dificultades para encontrar las aptitudes clave que necesitan y están sufriendo la fricción del mercado. Una puntuación por debajo de 5 define un mercado laboral relajado en el que no hay grandes restricciones en el empleo cualificado. España obtiene una calificación general de 5.9, que se matiza al observar las puntuaciones de los componentes clave, que muestran un mercado laboral con numerosas paradojas. Por un lado, existe una gran dificultad para cubrir algunos de los puestos más cualificados, en especial en las industrias más avanzadas, como es el caso del sector energético. Así, en el componente “Presión salarial en las profesiones de industrias de alta cualificación” se alcanza una puntuación de 8.8, que indica que existe mucho poder de negociación salarial de parte de los profesionales al ser éstos escasos, y una gran competencia por el talento entre empresas. No sucede lo mismo en otras ocupaciones cualificadas, donde el índice de presión salarial baja a un 4, que indica que existe una gran oferta de profesionales cualificados por lo que la guerra por el talento es mucho más equilibrada.
En la calificación de presión salarial general, baja todavía más, a un 1.6, lo que se explica por la alta tasa de paro que existe en el país, especialmente en puestos que no requieren formación universitaria, especializaciones o idioma. En este caso, son los empleadores quienes marcan, a la baja, los salarios, lo que provoca gap, cada vez más importantes, entre los salarios de los trabajadores más cualificados y los menos cualificados. Según el informe, España sigue sufriendo las consecuencias de la recesión económica y tiene un tamaño económico un 7% más pequeño que hace 5 años, con una tasa de desempleo del 27%. Un desempleo estructural que va acompañado de una tasa de participación de la fuerza laboral en el mercado en descenso, que puntúan un 7,2, aunque también influye en ello la baja flexibilidad del mercado laboral, con una calificación en el Índice de 5.0.
El origen de muchos de los conflictos del mercado laboral en España lo encontramos en la educación. La flexibilidad de la formación es muy baja, los planes educativos son muy rígidos y no se adaptan a las necesidades del mercado laboral, lo que provoca una pérdida de talento, especialmente entre jóvenes, y a su vez crea un problema en las empresas para cubrir los puestos que requieren cualificación (especialización o idiomas, por ejemplo).
En los últimos 5 años, destaca el informe, ha caído el empleo un 7% entre los trabajadores con nivel alto de educación, mientras que la cifra sube hasta el 27% en los trabajadores sin estudios, de los cuales muchos provienen del sector de la construcción. “No obstante, existe un estancamiento desde 2008 entre los profesionales más cualificados: desde esa fecha ha habido un incremento importante en los trabajadores que permanecen más de seis años en una compañía, que representan actualmente un 48% del total. Esta rigidez del mercado laboral supone una amenaza para la futura competitividad de España.”, afirma Christopher Dottie, Director General de Hays España.
Según la compañía, no hay respuestas sencillas para arreglar los problemas existentes en los mercados laborales cualificados del mundo. Sin embargo, apuntan que los principios descritos en las recomendaciones del informe son relevantes globalmente y deberían facilitar un progreso real para enfocar problemas estructurales dentro de los mercados laborales internacionales, de cara a obtener beneficios significativos a largo plazo. “En España existe una descoordinación importante entre la educación que se recibe en los centros de formación y la realidad del mercado laboral. Conseguir que los candidatos aporten las aptitudes necesarias es la base para cualquier compañía con éxito y encontrar a la persona adecuada para cada puesto de trabajo puede transformar los negocios, la vida de las personas y hacer que las sociedades se fortalezcan.”, añade Dottie.
Hays Global Skills