La inteligencia artificial está revolucionando, y seguirá haciéndolo, la manera de relacionarse e interactuar. Gracias a esta tecnología digital cada vez son más las tareas y funciones que desempeñan las máquinas. Uno de los ámbitos que más va a evolucionar con la IA es el de la interacción con la voz a través de dispositivos inteligentes. El 43 % de los consumidores mundiales reconoce que habla con las máquinas. En España, uno de cada tres usuarios emplea este tipo de sistemas inteligentes.
Ningún sector económico o ámbito social va a escapar a la influencia de la inteligencia artificial. Y es que actualmente se han identificado 1.600 startups directamente relacionadas con la IA en Europa. Las predicciones apuntan a que en un período de diez años la mayoría de las empresas habrán incorporado sistemas inteligentes en sus procesos de negocio. Pero este crecimiento conlleva un reto: las máquinas deben trabajar por el bien común.
Infraestructuras de primer nivel
España sigue progresando en su digitalización y encabeza la conectividad con infraestructuras de primer nivel. Así se desprende del estudio “La Sociedad Digital en España 2019” realizado por la Fundación Telefónica. Según los datos del informe anual tres de cada cuatro hogares ya disfrutan de cobertura de fibra óptica y nueve de cada diez españoles son usuarios de Internet. Cifras que se encuentran “por encima de la media europea” ha apuntado Pablo Gonzalo, responsable del área de cultura digital y espacio Fundación Telefónica.
La covid-19 ha llegado en un momento en el que España se encuentra inmersa en la cuarta revolución basada en la digitalización y los datos. Esta pandemia ha obligado a la población a cambiar su manera de trabajar, educarse, entretenerse y, sobre todo, de comunicarse. En este contexto, la elevada digitalización española ha hecho que la adaptación haya sido rápida. Y es que en tiempos de confinamiento el estar conectados ha cobrado más relevancia que nunca.
En cualquier caso, tal y como se señala en el estudio, para abordar esta transformación digital son necesarios dos requisitos. Por un lado, España debe acelerar la digitalización de la industria, especialmente entre las pymes y autónomos. Y, por otro, es indispensable una mayor formación digital de los españoles. Estos dos factores serán clave para reactivar la economía tras la crisis de la covid-19 y generar empleo. Pero desde la Fundación Telefónica avisan que esta digitalización deberá estar centrada en las personas, a través de la formación en competencias digitales.
Sobre las capacitaciones digitales ha hablado Pablo Gonzalo. “La población española entre 16 y 74 años tiene unas competencias digitales básicas”, ha comentado. Algo que como ha explicado Gonzalo “hay que seguir trabajando porque los empleos del futuro requerirán estas competencias digitales”. Según refleja el indicador DESI, España se encuentra en la posición 17 del ranking con 3,5 puntos menos que la media europea. A pesar de estos bajos niveles, la tendencia parece positiva ya que los usuarios con capacidades digitales avanzadas habrían pasado del 32 % de la población en 2017 al 36,1 % el pasado año. Asimismo, han aumentado los usuarios con capacidades básicas del 28 % al 32 %, esto se debe fundamentalmente por la incorporación de nuevos usuarios a Internet.
Carmen Morenés, directora general de la Fundación Telefónica, ha comentado que “el estudio nos ayuda a saber dónde estamos y dónde hay que seguir trabajando” para llegar al objetivo final. Además, Morenés ha sido muy clara al afirmar que “la digitalización será la palanca que nos ayudará a salir de esta crisis social y económica”.
El compromiso con la sociedad
La Fundación Telefónica también ha querido aportar su granito de arena en la lucha contra la covid-19 y ayudar a paliar los efectos de esta crisis. Por eso ha llevado a cabo varias iniciativas como la donación de 25.000 millones para la compra de material sanitario o la entrega de los cheque comida de más de 5.000 empleados de la compañía, lo que se traduce en más de medio millón de euros para ayudar a la alimentación de las familias más vulnerables.
Además, a través del programa Profuturo que la fundación tiene con CaixaBank, ambas entidades han repartido 100.000 tablets para que los alumnos en riesgo de exclusión social pudieran seguir con sus estudios. Pero estos dispositivos también han sido destinados a personas aisladas para que pudieran estar en comunicación con sus familias.