Donald Trump está considerando imponer sanciones a representantes de la Unión Europea o de sus Estados miembros responsables de la implementación de la Ley de Servicios Digitales (DSA). Así lo asegura Reuters que cita dos fuentes cercanas al asunto.
La medida, de concretarse, representaría una acción sin precedentes que intensificaría las tensiones entre Washington y Bruselas, en medio de acusaciones por parte de EE. UU. de que la legislación europea censura a ciudadanos estadounidenses y perjudica económicamente a las empresas tecnológicas del país.
Las posibles sanciones, que podrían incluir restricciones de visado, aún no han sido aprobadas formalmente por altos representantes del Departamento de Estado, aunque se llevaron a cabo reuniones internas sobre el tema la semana pasada, indicaron las fuentes.
La Casa Blanca ha sostenido que el DSA impone “restricciones indebidas” a la libertad de expresión bajo el pretexto de combatir el discurso de odio, la desinformación y otros contenidos ilegales. Según Washington, estas medidas afectan de manera desproporcionada a las voces conservadoras y a las grandes plataformas tecnológicas estadounidenses.
En una directiva emitida a principios de agosto, Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, ordenó a los diplomáticos estadounidenses en Europa intensificar una campaña de presión para modificar o anular la legislación, expresando preocupación por los costes que representa para las empresas tecnológicas de EE. UU.
Rubio ya había amenazado en mayo con imponer vetos de visado a personas que, según él, “censuran” a ciudadanos estadounidenses en redes sociales, dejando abierta la posibilidad de sancionar a representantes extranjeros involucrados en la regulación del sector digital.
Desde Bruselas, la Comisión Europea rechazó las acusaciones de censura y defendió el DSA como una herramienta legal diseñada para hacer más seguro el entorno digital. “La libertad de expresión es un derecho fundamental en la UE. Está en el corazón del DSA”, afirmó un portavoz de la UE, quien declinó comentar sobre la posibilidad de sanciones estadounidenses.
El Departamento de Estado, por su parte, no confirmó ni negó el posible curso de acción. En un comunicado enviado por correo electrónico a Reuters, un portavoz se limitó a señalar que “estamos monitoreando con gran preocupación el aumento de la censura en Europa, pero no tenemos más información que proporcionar por el momento”.
La relación entre la Administración Trump y la Unión Europea ya ha estado marcada por tensiones comerciales, amenazas arancelarias y disputas sobre el tratamiento de las grandes tecnológicas. Trump reiteró esta semana que cualquier país que imponga impuestos digitales a empresas estadounidenses podría enfrentarse a represalias económicas.











