Las crecientes tensiones comerciales y la guerra de tarifas se han convertido en el riesgo emergente más importante, según el último informe trimestral de Gartner. Además de la guerra comercial, el informe destaca una creciente preocupación por el entorno económico de bajo crecimiento y la desaceleración del consumo, que alimentan la incertidumbre sobre la posible ralentización de la economía global.
Gamika Takkar, directora de investigación en el área de riesgo y auditoría de Gartner, señala que “los cinco principales riesgos emergentes reflejan dos grandes temas para las empresas: un entorno macroeconómico volátil y con bajo crecimiento, y la rápida adopción de tecnologías disruptivas que plantean importantes riesgos de cumplimiento”.
Dentro de estas tecnologías, los riesgos relacionados con la gobernanza de la información en inteligencia artificial han ganado relevancia, subiendo del quinto al cuarto lugar. Además, el fenómeno conocido como “Shadow AI” (el uso no controlado y no autorizado de herramientas públicas de IA) aparece entre los cinco principales riesgos, reflejando los desafíos que enfrentan las organizaciones para supervisar su uso adecuado.
En este escenario de incertidumbre económica, los directivos están poniendo un foco cada vez mayor en la optimización de costes. Sin embargo, Gartner advierte de que recortes apresurados o mal planificados pueden aumentar los riesgos para las organizaciones.
“Los directivos esperan que la gestión de riesgos juegue un papel fundamental, evaluando cómo los cambios en políticas afectan el rendimiento, la exposición al riesgo y la estrategia general del negocio”, explica Takkar. De hecho, la mitad de los ejecutivos consultados reconoce que dependen de los análisis cualitativos de sus equipos internos, como cumplimiento y gestión de riesgos, para tomar decisiones informadas.
Por ello, Gartner recomienda usar métodos cualitativos para valorar el impacto de las estrategias de reducción de costes, considerando cómo pueden afectar los objetivos estratégicos y el perfil de riesgos, tanto a corto como a largo plazo. También sugiere desarrollar métricas que permitan identificar cuándo es necesario reconsiderar retrasos o recortes en iniciativas básicas.
“Recortes amplios y rápidos que no tienen en cuenta su impacto en el perfil de riesgo y los objetivos estratégicos pueden reducir la eficiencia y generar pérdidas mayores que los ahorros esperados. Aquellas organizaciones que gestionen estos riesgos de forma adecuada estarán mejor preparadas para enfrentarse los desafíos económicos actuales”, concluye Takkar.











