A finales de noviembre se cerraba el acuerdo de compra de VMware por parte de Broadcom. La compra ponía sobre la mesa un total de 69.000 millones de dólares, posicionándose como la más importante llevada a cabo por la compañía.
Según la agencia Reuters, Broadcom quería vender el negocio de End User Computing (EUC) de VMware a la empresa de capital riesgo KKR & Co Inc., en una operación valorada en 3.800 millones de dólares, con el fin de duplicar los beneficios de VMware hasta alcanzar los 8.500 millones de dólares en los próximos tres años, aunque sus intenciones también abarcaban vender Carbon Black, el negocio de ciberseguridad.
Ciberseguridad TIC se hacía eco de que no se sabe a ciencia cierta qué ocurrirá con VMware en España hasta marzo, si bien todo apuntaba a que Carbon Black fuera a un fondo de inversión, aunque podría tener el tamaño correcto para que algunas empresas reforzaran su oferta de seguridad endpoint. En un nuevo giro de tuerca, Broadcom acaba de detener la venta de su negocio de seguridad Carbon Black, valorado en unos 1.000 millones de dólares, incluida la deuda, después de recibir ofertas que no han estado a la altura de lo esperado.
En un documento presentado en la Securities and Exchange Commsion de Estados Unidos, al que ha tenido acceso Ciberseguridad TIC, se recoge que Tan Hock y otros tres altos ejecutivos de la compañía se dividieron 242 millones de dólares en efectivo y acciones después de conseguir cerrar el acuerdo de compra por VMware. La mayor parte del pago, 161 millones de dólares, fue adjudicado al CEO de Broadcom, que ya no será elegible para otro bono hasta 2027.
Hoy, Broadcom es una de las diez empresas más grandes de Estados Unidos gracias, en parte, a que la empresa adquirió VMWare a finales de noviembre de 2023, lo que provocó que su capitalización de mercado ganara alrededor de 50.000 millones de dólares, consolidando su presencia en el mercado de software empresarial.