Las últimas estimaciones indican que, a diario, se generan más de 2,5 trillones de bytes de información en el mundo. Según IDC, el volumen de datos a nivel mundial en 2015 ascendía a 8.600 exabytes y se estima que en 2020 llegaremos 40.020 exabytes, es decir, un incremento del 365 %. Precisamente el análisis inteligente de los datos representa una enorme ventaja competitiva y oportunidad de mejora para las empresas, ya sean pequeñas o grandes, tengan mucho volumen de datos o no. Las empresas que no sean capaces de gestionar a tiempo sus datos, y sacarles valor, se quedarán definitivamente atrás. Este “nuevo oro negro” facilitará simplificar la toma de decisiones de negocio, o lo que aún resulta más interesante, ayudará a las organizaciones a evolucionar y a diferenciarse con un enfoque de innovación.
Partiendo de este escenario, a las organizaciones no les queda más remedio que adoptar soluciones que les permitan explotar y enriquecer la información para convertirla de manera eficaz en datos útiles. En este sentido, la incorporación de soluciones de smart data ancladas en la nube en modo servicio con la perspectiva de un commodity, apunta a que puede ser la solución. Los sistemas de business intelligence podrían recibir o consumir modelos de datos enriquecidos y estructurados, o integrar datos ubicados en data lakes potencialmente analizables, con origen en entornos de big data distribuidos. La filosofía smart data, está enfocada a resolver el problema, con un fin, generar inteligencia de negocio en ecosistemas tecnológicos convergentes en el dato y sencillos de usar.
Ventajas
Smart data supone para las empresas una ventaja competitiva determinante. Ilustrando con un ejemplo, podemos conocerlo absolutamente todo de una empresa: situación de mercado en los sectores donde opera, acciones comerciales de la competencia, hábitos de compra, redes sociales, necesidades, gustos, demandas, inquietudes e intereses, tanto de nuestros consumidores como de los que no lo son. En definitiva, nos ofrece la gran oportunidad de estar al tanto de las últimas tendencias, ser flexibles a los cambios y anticiparnos al mercado. Con esta información relevante y útil, cualquier empresa puede ser capaz de adaptar su producto o servicio a las demandas del mercado y como consecuencia, mejorar su productividad, reduciendo costes y aumentando sus beneficios.
El análisis predictivo y la segmentación avanzada son fundamentales en este escenario. Mediante el uso de la tecnología SAP, cualquier compañía tiene al alcance de su mano la gestión autónoma y la explotación del conocimiento, tanto de su información interna (finanzas, transacciones, I+D, productos y servicios) como de la externa (hábitos de consumo, acciones de la competencia, redes sociales, macro y microeconomía, sociodemografía, etc.). Asimismo, también es posible detectar patrones ocultos de comportamiento segmentando los datos con algoritmos especiales, revelando teorías inéditas y estudiando las tendencias.
En resumen, obtener y procesar los datos de manera selectiva debe convertirse por tanto en una herramienta vital dentro de la estrategia de cualquier empresa, en sus departamentos, en sus líneas de negocio, en la escucha inteligente de social media. Aún existe un número amplio de empresas que desconocen todo este potencial, pero es cierto que poco a poco, el mercado ha comenzado a darse cuenta de las ventajas que esto conlleva y ha dado por entendido, que la economía digital que ya nos empuja con fuerza, tiene su base en el valor de los datos.
La revolución digital continúa imparable, y en un entorno globalizado que cambia a velocidad de vértigo, todas las organizaciones necesitan no sólo adaptarse, sino anticiparse a las nuevas demandas del mercado. En este contexto, smart data juega un papel protagonista y, asumir el reto de su puesta en marcha será lo que marque la diferencia en el mercado de aquí a los próximos años.
Javier Blanco García
Director de Ventas Cuenta Nueva de Altim