Garantizar la disponibilidad de una conexión a internet para todos los espectadores en los grandes eventos deportivos o musicales que se celebran en estadios es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los organizadores de cualquier encuentro de masas.
A esta dificultad se añade que se solicitan servicios DHCP y DNS para un corto plazo de tiempo, especialmente en el caso de ciertos eventos como torneos nacionales o internacionales del tipo Roland Garros o los macroconciertos del Santiago Bernabeu y del Vicente Calderón. En todos los casos, los centros de datos deben gestionar la conexión de miles de dispositivos como smartphones, tabletas, objetos conectados y cientos de millones de consultas DNS.
Rendimiento, la prioridad número uno
Cientos de periodistas, fotógrafos, personajes VIP, jugadores y entrenadores hacen uso de los servicios de la red, por no mencionar las cámaras de vigilancia, sistemas de retransmisión, terminales para toma y análisis de datos o los dispositivos personales de los espectadores que quieren acceder a la red.
Así, muchos organizadores han comprobado que tener la capacidad de dar respuesta a este desafío beneficia enormemente su imagen y la de su evento. De hecho, en los últimos eventos ya se anuncia en grande “WIFI HD” y se promete la conexión a más de 80.000 personas. Un desafío considerable. En esta situación cualquier interrupción del servicio es más que dramática para el desarrollo del espectáculo y crisparía los nervios de los usuarios más “superconectados”.
Fuera de los lugares públicos de este tipo, ninguna otra estructura no soporta tantas aplicaciones para la conexión, especialmente en un período tan corto de tiempo, desde unas pocas horas hasta tres días para las grandes competiciones internacionales o conciertos.
Los ataques cibernéticos, el dolor de cabeza de organizadores y usuarios
Por otro lado, no existe ninguna forma de saber si los dispositivos y otros objetos que se conectan a la red están infectados o no de malware. Y, sin embargo, los organizadores deben aceptar que se conecten a la red, aceptando el riesgo de que un hacker utilice uno o más puntos para comprometer la conexión y que se propague a gran escala.
Si hablemos de los más recientes y dañinos ataques cibernéticos como Dyn o Yahoo!, nos encontramos con que al menos 170.000 dispositivos fueron afectados, lo que equivale a aproximadamente a la capacidad de dos estadios Santiago Bernabéu. Imaginemos que un espectador desconoce que su smartphone está infectado, pero se conecta igualmente a la red WIFI de un estadio o macroconcierto, es evidente que será el germen de ataques en cascada y la corrupción del servicio en dispositivos y servicios.
Este problema es único en su género: pocos lugares públicos se tienen que enfrentar a este reto. Además del volumen, también es relevante el corto espacio de tiempo en el que se da, que, por supuesto, requiere una estrecha vigilancia y elevada capacidad de respuesta para identificar y poner posteriormente en cuarentena, o en listas negras, ciertas peticiones maliciosas.
Los sistemas de ciberseguridad más actuales deben estar presentes en los espectáculos de masas para limitar potenciales impactos. Afortunadamente, el Roland Garros está equipado con una solución que garantiza el rendimiento de su red y la detección de comportamientos anómalos en los dispositivos conectados. ¡Es un gran paso que los organizadores empiecen a ser conscientes de que deben prepararse y protegerse eficazmente para asegurar el espectáculo!
¡The show must go on!
Hervé Dhelin, director de marketing EfficientIP