La nueva familia de sistemas extremo a extremo está compuesta por 6 equipos: ETERNUS DX60 S2, DX100 S3, DX200 S3, DX500 S3, DX600 S3 Y DX8700 S2. Todos ellos bajo un diseño coherente que van desde modelos básicos, hasta sistemas escalables, sin olvidar el entorno corporativo y con la tecnología de procesadores Intel Xeon. Son el soporte perfecto para desarrollar cualquier proceso empresarial, ya que pueden crecer según la demanda.
El sistema de entrada, que se concreta en el ETERNUS DX60 S2, ofrece el rendimiento y funcionalidad que normalmente se espera de sistemas muchos más grandes, además de una escalabilidad de hasta 96 terabytes. Todos los componentes están configurados de forma redundante y pueden sustituirse, incluso cuando el sistema está en funcionamiento. Por lo tanto, el DX60 S2 es perfecto para empresas que utilizan aplicaciones de Microsoft y que pueden estar pensando en realizar proyectos de virtualización a pequeña escala.
En la gama básica y media es donde radica el mayor número de equipos, en concreto los ETERNUS DX100 S3, DX200 S3, DX500 S3 y DX600 S3. Todos ellos ofrecen almacenamiento unificado, una gestión automática de la calidad del servicio (QoS), arquitectura de altas prestaciones, gran cache (hasta 5,6PB en algunos modelos), tolerancia a fallos, informes detallados y una mejora notable de la eficiencia energética que llega, gracias a la función modo Eco, a conseguir un ahorro energético de hasta el 30%. Según publica Storage Performance Council en su benchmark SPC-1, el nuevo ETERNUS DX200 S3 reporta 200.500 IOPS al 100% de carga.
Con respecto al modelo ETERNUS DX8700 S2, el más alto de gama, dirigido al segmento corporativo que garantiza una baja latencia y un alto rendimiento, incluso con cargas de trabajo más pesadas, hasta 1Millón de IOPS y hasta 6PB de capacidad. Es la plataforma versátil para demandas extremas y permite a los clientes aumentar notablemente sus capacidades de almacenamiento, reducir los costes energéticos y el ROI.