La incorporación temporal de directivos muy experimentados (profesionales de entre 45 y 60 años con más de una década de experiencia directiva) se está consolidando en España como la opción ideal. ágil para afrontar necesidades ejecutivas críticas. Durante el último año, la demanda de estos profesionales creció un 16 %, impulsada por la necesidad de talento sénior capaz de dar respuesta a nuevas exigencias regulatorias, tecnológicas y corporativas.
Según la consultora Setesca, está práctica, conocida como interim management, está ligada a la proliferación de obligaciones legales, regulatorias y corporativas que requieren un nivel de especialización elevado. Suele aplicarse cuando la directiva europea NIS2 obliga a las organizaciones a contar con un CISO y a adoptar estándares como ISO 27001. Esto está llevando a muchas empresas a reforzar temporalmente sus equipos de ciberseguridad y cumplimiento. Por otro lado, las normativas sobre igualdad, sostenibilidad, reporting ESG y compliance están obligando a las compañías a contar con directivos especializados en áreas donde no disponen de equipos internos.
En otras ocasiones las multinacionales exigen la implantación de software corporativo a escala global, lo que requiere perfiles con experiencia en despliegues internacionales. A esto se suman migraciones tecnológicas forzadas por los propios fabricantes y los procesos de integración derivados de adquisiciones o fusiones, que suelen necesitar liderazgo ejecutivo temporal.
Jordi Damià, CEO de Setesca Talent, reconoce que hay cada vez más empresas que, ante nuevas normativas o proyectos impuestos desde sus centrales, no tienen capacidad directiva interna para gestionarlos en tiempo y forma, por lo que el interim management les ofrece una respuesta inmediata, experta y flexible”.
Un modelo que empieza a madurar en España
Mientras que en países como Alemania o los Países Bajos este modelo lleva años consolidado, en España todavía está en una fase de maduración. Según el informe 2024 de la Asociación Interim Management España (AIME), la edad media del profesional interino es de 55,8 años, un perfil sénior muy valorado, pero todavía infrautilizado en el tejido empresarial español.
Por su parte, las tarifas diarias presentan una amplia horquilla adaptada a la especialización requerida: el 40 % de los profesionales trabaja entre 300 y 600 euros al día, un tercio entre 600 y 1.000 euros, un 20 % por debajo de 300 euros y un 6 % supera los 1.000 euros.
Para Damià, esta percepción está cambiando: “Existe la creencia de que un directivo interino es caro, cuando en realidad es una inversión que reduce riesgos y acelera proyectos clave. Nuestra labor es demostrarlo con casos reales y educar al mercado”.
Con la entrada en vigor de NIS2, el avance del compliance, la presión por digitalizar procesos y las dinámicas de los entornos multinacionales, Setesca Talent prevé un crecimiento sostenido en la demanda de directivos temporales especializados.
“El futuro pasa por estructuras más flexibles”, asegura Damià. “Contar con directivos expertos disponibles por proyecto es una forma inteligente de ganar capacidad sin inflar la plantilla”.











