MasOrange ha completado la primera transferencia de datos a 1,6 Tbps en una red comercial de transmisión óptica terrestre utilizando una única longitud de onda. La prueba, realizada en Madrid, sitúa a la compañía como referente mundial en la evolución de redes ópticas de alta capacidad.
La transmisión óptica es la base que hace posible el intercambio de información entre ciudades y regiones, actuando como una autopista digital que conecta nodos de red y garantiza la fluidez de datos para servicios como telefonía móvil, internet o contenidos audiovisuales. Gracias a esta nueva capacidad, la compañía afirma que sería posible soportar hasta 500.000 canales simultáneos en alta definición o 100.000 en ultra alta definición 4K, triplicando el rendimiento comercial actualmente disponible. Este avance supone la superación del récord mundial que MasOrange marcó en diciembre de 2024, cuando logró por primera vez una transmisión de 1,2 Tbps entre Granada y Córdoba. Con ello, la empresa refuerza su liderazgo tecnológico en un momento marcado por la expansión del 5G y la llegada de nuevas generaciones de conectividad móvil.
La compañía prevé que el uso de datos se multiplicará por tres en los próximos cinco años, impulsado por la adopción de inteligencia artificial y la expansión de servicios digitales avanzados. Por ello, este incremento de capacidad se plantea como una respuesta directa a la necesidad de preparar las redes para un crecimiento de tráfico exponencial.
Además del salto en rendimiento, la solución empleada introduce mejoras significativas en eficiencia energética. Los módulos ópticos utilizados consumen un 25 % menos de energía por gigabit transmitido respecto a generaciones anteriores, y la arquitectura OXC elimina la conversión eléctrica interna, reduciendo espacio, costes y consumo.
Para José Méndez, responsable del proyecto, este hito no es solo una cifra récord, es la demostración de que la red de Orange está preparada para afrontar el futuro, mientras Mónica Sala, chief network officer de MasOrange, señala que “Esta tecnología habilita servicios emergentes como las ciudades inteligentes y el IoT industrial, aportando sostenibilidad y eficiencia desde la infraestructura base”.











