Telefónica acaba de presentar su plan estratégico 2026-2030, el primero de la “era Murtra”, que marcará el rumbo de la compañía durante los próximos cinco años. El objetivo es impulsar el crecimiento, crear valor a largo plazo y reforzar su liderazgo en España, Alemania, Reino Unido y Brasil, al tiempo que acelera su evolución tecnológica, operativa y comercial. Según el comunicado de la operadora, el plan busca “ofrecer la mejor experiencia digital a nuestros clientes y consolidar a Telefónica como una operadora europea de referencia mundial, con escala rentable”.
El programa se estructura en seis pilares: mejorar la experiencia de cliente, ampliar la oferta para consumidores (B2C), escalar el negocio empresarial y de administraciones públicas (B2B), evolucionar las capacidades tecnológicas, simplificar el modelo operativo y desarrollar el talento. “Transform & Grow nos permitirá acelerar nuestra evolución tecnológica y operativa, manteniendo el foco en la excelencia y la innovación”, destaca el comunicado.
Desde el punto de vista financiero, el plan prevé recortes de costes de hasta 3.000 millones de euros en 2030, basados en eficiencia operativa, transformación digital y venta de activos legacy. Además, el dividendo de 2026 se reduce a la mitad, situándose en 0,15 euros por acción, mientras que el de 2025 se mantiene en 0,30 euros, pagadero en dos tramos. Telefónica prevé un crecimiento medio anual de ingresos del 1,5-2,5 % durante 2025-2028, acelerándose hasta el 2,5-3,5 % en 2028-2030, con un EBITDA ajustado en un patrón similar y un flujo de caja libre creciente con menor riesgo.
Telefónica aprovecha para reafirma su compromiso con la autonomía estratégica europea, subrayando que una eventual consolidación en los mercados core podría generar sinergias valoradas entre 18.000 y 22.000 millones de euros. “Nuestro compromiso con la tecnología y la innovación es total. Queremos que Europa cuente con operadores fuertes, capaces de competir a nivel global”, señaló la compañía.











